Desde el mes de agosto, las autoridades iniciaron un operativo con el objetivo de descubrir a los distribuidoras de droga que reclutaban niños a partir de los nueve años para convertirlos en consumidores y distribuidores de marihuana y bazuco.

Cerca de nueve policías adscritos a la Metropolitana de Bogotá dejaron por más de 60 días su trabajo en las calles y se convirtieron en estudiantes de bachillerato, con el objetivo saber desde adentro quiénes y cómo eran los rostros de las personas que por meses vendieron sus alucinógenos a estudiantes de colegios públicos de las localidades de Suba, Teusaquillo, Tunjuelito, Rafael Uribe Uribe y Kennedy.

«Descubrimos que los estudiantes hacían pedidos y los traficantes llegaban en bicicleta cerca a los colegios para distribuir los estupefacientes, nosotros obviamente disfrazados estuvimos comprando marihuana y bazuco, así logramos identificar a los delincuente”, aseguró la teniente Jessica Ovando, una de las agentes encubiertos que participó en este operativo.

Por medio de videos y vigilancias lograron conocer el modus operandi y las caras de cuatro mujeres y tres hombres que se lucran con más de 500,000 pesos diarios.

En el operativo siete personas fueron capturadas y judicializadas por corte, tráfico y comercialización de estupefacientes, un Juez de la República envió a estas personas a un centro carcelario.