Opinión

Accidentalidad vial, la guerra de nunca acabar

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
El compromiso adquirido por Colombia hace 5 años, al lanzarse mundialmente por las Naciones Unidas el Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011-2020), y en el país el Plan Nacional de Seguridad Vial (2011-2016),

es reducir a la mitad las muertes de tráfico, meta que no se habría logrado. Antes de 2009, el tema de la seguridad vial fue relegado por las autoridades a nivel mundial. Los accidentes de tránsito en Colombia ponen más muertos que la guerra, la violencia y el sida, y en los niños entre 5 y 14 años, son la primera causa de muerte. De acuerdo a estadísticas oficiales, en el país de 2005 a 2014, ocurrieron 1.836.373 accidentes de tránsito, dejando como saldo fatal 58.122 personas muertas y 411.957 lesionadas, algunas de por vida. El año pasado se registraron 157.693 accidentes, en los que fallecieron 6.352 personas. Diariamente mueren en Colombia 8 motociclistas, en el 2015 van 1.400 víctimas fatales que conducían una moto en el momento de morir. En las Regiones, Antioquia es donde más se presentan víctimas mortales por accidentes de tránsito; en el Valle del Cauca en los diez primeros meses de este año murieron 673 personas y 3.736 lesionados en accidentes de tránsito, y en Barranquilla el mismo período 83 personas y 1.006 fallecieron y quedaron lesionados respectivamente por la misma causa. En Villavicencio se presentan en promedio 6 accidentes diarios. Un estudio de la Policía Nacional de Colombia concluyó en relación a los conductores, que a mayor nivel educativo superior registran menos accidentes de tránsito. Para frenar la guerra vial, cada vez más cruda, se aumentan las penas privativas de la libertad a conductores borrachos; se implementó desde el 2002 la cuestionada revisión técnica mecánica para vehículos de más de 6 años de antigüedad y se aprueban Planes Municipales de Seguridad Vial, que se quedan escritos por falta de financiación. Ahora, con el mismo propósito se creó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, (ANSV), y se incluyó por primera vez el ítem de la seguridad vial en el Plan Nacional de Desarrollo. La ANSV, “entidad eminentemente ejecutora y técnica” trabajará sus 7 programas en llave con los nuevos alcaldes y gobernadores, financiando planes locales de seguridad vial en 16 ciudades. La meta gubernamental hasta el 2018 es bajar en un 8% las fatalidades por accidentes de tránsito, y en un 26% para el año 2021, muy por debajo de la meta de la ONU. Si se logran los propósitos de esta nueva Agencia, se estarían salvando 1.750 vidas al año. La doctrina foránea sobre responsabilidad en accidentes de tránsito, en consonancia con la teoría de la reducción del peligro y la compensación del riesgo, fuera de los tradicionales actores (usuarios de las vías), la extiende al Estado, e incluso a los fabricantes de automotores. El Estado, en la medida que no mantiene ni financia políticas públicas sobre seguridad vial; es demasiado tolerante en la concesión de permisos para conducir autos y motos; no imparte la debida educación preventiva vial a la población desde la niñez y descuida la malla vial, dejando a conductores a merced de carreteras peligrosas. Los fabricantes de automotores, que este año vendieron en el país 290 mil vehículos, por supuestamente estar ahorrando presupuesto para instalar en los equipos debida seguridad para los ocupantes, y no fomentar la reposición de parque automotor antiguo. Los expertos opinan que la mayoría de accidentes de tránsito son evitables. Las millones de víctimas que sobreviven se resignan a recibir la indemnización del SOAT, y cuando los recursos de éste seguro se agotan, acuden al FOSYGA, ¿Y después qué?. El Estado se olvida de su rehabilitación y los procesos de responsabilidad civil se resuelven después de varios años. El presidente Santos, que anunció la expedición de un nuevo Código Nacional de Tránsito (CNT), estima que “los colombianos nos seguimos matando en las vías, nos mata la inconsciencia, la imprudencia, la ignorancia.” En los últimos años se ha modificado el CNT en 2002, 2008, 2010, 2013 y 2014, fuera de los Acuerdos Municipales y Resoluciones que continuamente se aprueban. Renán Alfonso Rojas Gutiérrez, presidente del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), considera que “se ha hablado mucho sobre el tema en el país y no se han concretado aún medidas efectivas que reduzcan los accidentes de tránsito”.