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Patrulleros de la policía atendieron parto en Villavicencio

Patrulleros atienden parto

Patrulleros de la Unidad Nacional de Intervención Policial, Unipol, tuvieron el trabajo más inesperado en su jornada diaria, recibieron el parto de un bebé, al que llamarán Mateo, en una calle del barrio La Reliquia, de la ciudad de Villavicencio.

?Cuando los ángeles aparecen en las carreteras y reviven el sentir por la vida…y fue esto lo que sucedió en la Puerta del Llano, en el tiempo que todo transcurría con normalidad y el clima cálido invitaba a una tarde serena y llena de tonadas de algunos niños que corrían hasta las casas contiguas a los caminos de La Reliquia para admirar pesebres, esperar con recogimiento y ofrendar con humildad ese amor puro a nuestro Dios.

Vías polvorientas recibieron a un grupo de uniformados de Unipol mientras los retoños les sonreían con una que otra pandereta hecha con «tapitas»; pasados minutos desesperados llamados de vecinos los pusieron en alerta y fue allí donde empezó lo que jamás esperarían, la llegada de un regalo divino.

Caída la tarde y con afanados pasos divisaron un puñado de gente que rodeada a una mujer que yacía adolorida, de inmediato dejaron de lado el cansancio y corrieron para percatarse de que era una madre en trabajo de parto. Empezaría una verdadera proeza.

Manos habilidosas de Diego Vásquez y otros patrulleros la asistieron, cortaron el cordón umbilical, revisaron sus signos vitales, la asearon y con asombro recibieron y abrazaron a esta pequeña criatura que por un momento borro de sus mentes la distancia que los separa de sus familias en esta navidad, no querían más, él era su mejor regalo, como todos murmuraron entre sonrisas y lagrimas forzadas que se escaparon, era un regalo divino.