La Defensoría del Pueblo manifestó que si bien la diminución del 24 por ciento en el número de casos respecto a la temporada del año pasado es alentadora, los índices siguen siendo preocupantes.

Al destacar la disminución de 221 casos en las cifras de quemados con pólvora, que de acuerdo al último reporte del Instituto Nacional de Salud pasaron de 922 a 701, la Defensoría del Pueblo advirtió que los índices siguen siendo alarmantes, y pidió que tanto para la próxima temporada de fin de año como para las ferias y fiestas que se adelantan y avecinan en diferentes regiones del país, se refuerce la presencia efectiva de las instituciones en el terreno.

En este sentido, el organismo rector de los derechos humanos en Colombia señaló que comportamientos como los registrados durante la Noche de las Velitas y la celebración de la Navidad, cuando se presentaron 276 de los casos reportados con una tendencia estable respecto a los registros de 2014, evidencian que no se puede bajar la guardia y que es necesario pasar de las campañas virtuales y audiovisuales a una legislación drástica con intervenciones disuasivas de las autoridades en ciudades y municipios del territorio nacional.

Frente a la situación de los niños, niñas y adolescentes, que pasaron de 387 quemados el año pasado a 293 en la actual temporada, la Defensoría insistió en que es a través de sanciones ejemplarizantes contra quienes se encargan de los menores de edad, como se resuelven el descuido y la imprudencia con que muchos adultos obran en estas circunstancias.

La Entidad precisó que si bien resulta alentador el comparativo de la noche de Año Nuevo, al pasar de 324 registros a 154 (con una reducción del 52 por ciento), la pedagogía a través de los medios de comunicación, pero particularmente in situ, así como los controles en los barrios, permitirán acrecentar la conciencia ciudadana entorno al peligro que representa la manipulación irresponsable de juegos pirotécnicos.

La Defensoría del Pueblo reiteró su llamado a los nuevos alcaldes del país, para que ante conmemoraciones tradicionales como la Feria de Manizales (que se lleva a cabo por estos días), el próximo Carnaval de Barranquilla y muchas otras celebraciones que no son ajenas al uso de pólvora, se enfatice en las restricciones y particularmente en la necesidad de que estos elementos estén en manos de expertos con la previa y debida autorización.