Opinión

Tres vergüenzas

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Es una vergüenza que sea un periódico del extranjero, concretamente el New York Times, el que tenga que sacar un artículo dejando en evidencia que los narcoterroristas del las Farc siguen reclutando niños en sus filas. Es una vergüenza desde dos puntos de vista: el primero es que nuestros medios no hayan sido capaces de detectar este hecho. De ser este el caso, la tan cacareada capacidad investigativa que tanto pregonan, es un espejismo. Pero lo que puede llegar a ser una mayor vergüenza es que los grandes medios, untados de mermelada hasta el cogote, de conocer el hecho que las Farc sigan reclutando menores, lo hayan acallado.

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Es igualmente una vergüenza que el anterior vice fiscal, Jorge Perdomo, esté desmintiendo al alto gobierno al afirma que si tiene conocimiento sobre la enorme fortuna de las Farc. Según informa ‘Las2Orillas’, después de una rueda de prensa oficial ya terminada la declaración oficial, “Perdomo se quedó para responder preguntas de los periodistas y ante una de ellas desmintió la versión oficial del gobierno y la que hasta el momento había entregado la Fiscalía General sobre la fortuna de las Farc. Perdomo aseguró que el gobierno del presidente Santos sí tiene conocimiento de los dineros que tienen las Farc.

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Finalmente es una vergüenza que el gobierno, en un país de juristas y abogados, la única persona que se le ocurre nombrar de Ministro de Justicia, es precisamente al hermano de Hugo Fernando Londoño, alias “Hermanacho”, miembro de la Comisión de Finanzas de las Farc. Los funcionarios, como la mujer del César, no solo deben ser honestos, sino parecerlo. Tener un hermano de un narcotraficante como Ministro de Justicia, sencillamente no tiene presentación.