Opinión

Sector bananero, maduro no es como lo pintan

Luis Eduardo Forero Por Luis Eduardo Forero Medina
El clima cálido, a una temperatura media de 26-27 ºC, propicio para el cultivo de banano y plátano, lo soportan miles de pequeños productores, y obreros -muchas veces en el sistema de “paga-diario”-, en intensas jornadas a cielo abierto en el Urabá antioqueño, en el departamento del Magdalena ( Santa Marta, Ciénaga, Aracataca y Fundación) y La Guajira.

De ese cultivo esparcido en unas 48.200 hectáreas, dependen más de 100 mil familias, y posiciona a Colombia como el tercer país exportador de banano más importante del mundo, después de Ecuador y Costa Rica. Ecuador con Noboa a la cabeza, ocupa el primer lugar por el aumento de la superficie plantada, la mayoría explotadas por pequeño y mediano tamaño de entre 10 y 50 hectáreas, ubicadas en las provincias costeras de El Oro y Guayas, y en Los Ríos. En treinta departamentos de Colombia, se cultiva el plátano, que con el banano como postre, contribuyen a la seguridad alimentaria, gracias a las decenas de variedades.

La industria bananera sobre cualquier otro sector, es la precursora de los conflictos sociales en Colombia, entre la United Fruit Company y sus más de 25.000 trabajadores, cuando sucedió el no grato recuerdo de la masacre de las bananeras, los días 5 y 6 de diciembre de 1928 en Ciénaga (Magdalena). “Nunca se supo cuántos muertos hubo, las narraciones populares orales y escritas difieren de 800 a 3 mil, y agregan que los botaron al mar”, según María Tila Uribe, hija de Tomás Uribe Márquez, quien apoyó esa huelga.

El banano, la fruta más consumida y exportada del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) , tiene la ventaja que se puede cosechar durante todo el año, y así alivia económicamente a los pequeños cultivadores, que con la siembra inician la cadena bananera; continuada con el recorte, recolección, preparación ,empaque, comercialización principalmente a grandes supermercados que adquieren el producto a precios atractivos, y finalmente la exportación. Gran parte de la producción bananera de América Latina, se exporta a Estados Unidos, Canadá, Europa, Rusia y la región asiática del Pacífico, de acuerdo al Portal Bananalink. Colombia exportó el año pasado 94 millones de cajas con banano, un 14% más que en 2014, indicó Juan Camilo Restrepo Gómez, presidente de Augura.

La producción bananera mundial genera unos 36.000 millones de dólares anuales y constituye una fuente de ingresos para 400 millones de personas. En Colombia estos cultivos proveen 162 mil empleos directos e indirectos, según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), y podría ser más si las fincas fueran mayormente sembradas de banano. El cultivo del banano se estancó en Colombia hace diez años, conforme a la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura). Del plátano hay 178 mil productores que laboran en aproximadamente 330.000 hectáreas.

En Colombia el gremio está reunido en AUGURA , en la Asociación de Bananeros del Magdalena y la Guajira (ASBAMA), y en la Federación de Platanicultores del Urabá (FEDEPLAUR). Los trabajadores de los sectores del banano, plátano, palma de aceite, flores, arroz y caña de azúcar, están agrupados hace cuatro décadas en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria, (Sintrainagro), que aspirar llegar este año a cuarenta mil afiliados.
Las principales empresas de comercio bananero en el mundo son las americanas Dole , Del Monte y Chiquita Brands; Fyflles de Irlanda,y Noboa de Ecuador. Estas multinacionales ya no producen el banano, sino que lo comercializan, según la FAO. Esa política les permite a las transnacionales no considerar en su orden del día la contratación directa de mano de obra en las plantaciones.

La industria del banano está amenazada en general por los cambios climáticos; en las plantaciones por un hongo que las daña (Sigatoka negra), y por la enfermedad de Panamá o fusariosis; en América Central por los huracanes que arrasan la planta de banano, que es más frágil porque no es de madera, sino de hojas que nacen unas sobre otras; amenazada en la comercialización, por el mercado “spot”, esto es sin contratos, y en el medio ambiente se ve amenazado por la cantidad de agroquímicos empleados en el cultivo. En Bogotá más de 2000 productores, campesinos y trabajadores agropecuarios se están viendo perjudicados, por la supresión de los mercados campesinos, donde participaban más de 70 comités campesinos municipales, y se adelantaban hace 12 años en la Plaza de Bolívar. El Alcalde Enrique Peñalosa, deja de un lado para reanudar los mercados campesinos, el beneficio que para los consumidores representa, por comprar más barato, evitando la especulación con los intermediarios, indicó Dignidad Agropecuaria, que solicitó el aval de la Registraduría Nacional del Estado Civil de un proyecto de referendo para mejorar la situación del agro colombiano.
A las zonas bananeras “ no han llegado la modernidad, ni el progreso ni la inversión productiva a gran escala”, indicó Jaime Henríquez Gallo, Presidente de la junta directiva de Augura.
@luforero4