El hombre, que responde al nombre de Ben Butler, ya tenía antecedentes por violencia de género y las autoridades le habían quitado la custodia de su hija porque le ocasionó una lesión cerebral.

Ellie Butler es la pequeña que sufrió esta escalofriante historia. Su padre, Ben Butler, un británico de 36 años, luchó una dura batalla judicial para conseguir la custodia de su hija de tan solo 6 años. Once meses después de conseguirla, decidió matarla a golpes.

La pequeña había sido víctima de malos tratos desde que tenía seis semanas de vida. Cuando cumplió cinco años fue ingresada de urgencia por una lesión cerebral.

Como consecuencia de esto, la Policía determinó que el culpable de la lesión había sido el padre y las autoridades decidieron quitarle la custodia y dársela a sus abuelos.

Butler, padre de la niña, se defendió alegando que la niña se había golpeado por estar saltando en la casa, pidió una revisión del juicio. A pesar de las pruebas de malos tratos, de la denuncia de violencia de género y de las pruebas que presentaron desde los servicios sociales, el tribunal falló a favor de los padres.

Solo seis meses después de haber obtenido el fallo a su favor, tras varias advertencias por parte de su nuevo colegio al que la niña no paraba de faltar, Ben Butler asesinó a su hija.

Ellie falleció el día 28 de octubre del 2013 tras sufrir una fractura masiva en el cráneo. La justicia determinó que «Ellie murió como resultado bien de que su padre la golpeó en la parte posterior de la cabeza con la pata de una mesa, o bien que la voleó con tal fuerza que la pata se rompió cuando la cabeza de la menor dio contra la mesa, lo que explica la fractura de cráneo que generó su muerte».

Los padres de la pequeña intentaron ocultar la verdad de los hechos llamando a los servicios de emergencia. En la grabación se oye a Gray, que suena desesperada, siguiendo instrucciones para reanimar a la niña. Según se supo después, en ese momento Ellie ya llevaba dos horas muerta.

Tanto el padre como su madre fueron juzgados y condenados por el asesinato de la niña. El hombre tendrá que cumplir una condena de 23 años de prisión, mientras que su madre fue condenada a 42 meses de cárcel.