Opinión

Sector cerámica, arcilla y mármol, Paraíso de colores

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
En El Carmen de Viboral, La Chamba, corregimiento del Guamo , Tolima, y Ráquira, manos colombianas siguen amasando el barro y la arcilla, arte heredado de los indígenas, para producir verdaderas obras, que compiten con exclusivas cerámicas afamadas de tres Continentes, en Europa con la Cerámica de Delft (Holanda) y Porcelana de Limoges (Francia); en África, Cerámica Típica de Fez, capital de la artesanía, en Marruecos; y en América con Cerámica Talavera Poblana (Puebla, México).

La riqueza mineral de El Carmen de Viboral, en el departamento de Antioquia data de cerca de un siglo; en la Chamba, anualmente se realiza el festival del Barro y de la muestra manos de Oro, y Ráquira, Boyacá, es capital artesanal de Colombia, que aspira como todas, a comercializar sus productos en las 32 zonas francas de Colombia. La pionera en la fabricación de productos cerámicos en el país es la Organización Corona de la dinastía de don Hernán Echavarría Olózaga. Las cerámicas colombianas y en general las artesanías, se exhiben profusamente en almacenes de todo el mundo.

La arcilla colombiana, materia prima de la cerámica, está en continua avanzada a nivel global, siendo calificada por expertos ceramistas como la mejor del mundo, especialmente la cucuteña, para hacer gres (cerámicas) o rústicos que llegan a siete países centroamericanos, Estados Unidos y Europa. Entre diversos clústeres, el de Arcillas Competitivas, que adelanta continua gestión ambiental en sus empresas, presentes en el municipio de San José de Cúcuta, , El Zulia, Villa del Rosario y Los Patios, no se ha repuesto del impacto negativo del cierre fronterizo con la hermana República Bolivariana de Venezuela. En Cundinamarca, en el D.C., Cogua, y Soacha funciona la actividad de extracción de minerales como la arcilla. Los mamposteros de ladrillos de Bogotá tienen fama mundial por la alta calidad de su mano de obra. El subsector está agremiado en la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos de Arcilla y Ladrillos, Anfalit.

Las minas de mármol, halladas hace un poco más de tres décadas, se ubican en los municipios de Palermo,- ‘El Hueco’-, Santamaría y Teruel, en el noroccidente del Huila, los únicos yacimientos en Colombia donde se encuentra el mármol blanco, o color bonn (beige) que en Europa y EE.UU. le dan la tonalidad de moda, el bicolor. De la rica región minera opita, asociada en la Corporación Agrominera del noroccidente del Huila, salen 266 toneladas diarias de mármol transportadas por agrestes carreteras con destinos nacionales e internacionales, y pese a que posee capacidad comprobada de explotación de más de un siglo, no tiene los recursos para un molino que transforme la roca en polvo para su industrialización. En el corregimiento de Payandé, del municipio de San Luis, Tolima, donde igualmente se explora el mármol y otros minerales; los payandesunos, creen que con la incontrolada explotación mineral el medio ambiente, el recurso hídrico, la fauna y la flora corren inminente peligro en la Región. El mármol es explotado a la par en Antioquia , Caldas, Cauca. Cundinamarca, Santander (el mármol Negro San Gi) y Boyacá, (el mármol Travertino Villa de Leyva). En el mercado también se ofrecen buenas imitaciones en mármol.
Los arcilleros no logran moldear su situación desfavorable en cuanto a que el transporte de la arcilla es más caro que el producto, viven envueltos de hollín, trabajan a altos grados de temperatura y soportan mucho ruido; y los marmoleros por el ruido de los cinceles, taladros y las detonaciones, que contribuyen a la aparición de enfermedades laborales del personal que labora a cielo abierto.

En el subsector proliferan títulos mineros, muchos demandados, otorgados por la Agencia Minera hace muchos años bajo condiciones que no se han cambiado para las regiones donde están ubicados los yacimientos, que se nutren de la arena extraída de los ríos y quebradas y carbón mineral, en la Sabana y sus alrededores principalmente de las minas de Guachetá, al norte de Cundinamarca. Adquirido el título minero, su propietario se pulveriza con el trámite de la licencia ambiental, que no siempre otorga la CAR. El sector camina a la par con el próspero de la construcción que utiliza grandes cantidades de productos de cerámica, mármol y barro en espacios interiores y exteriores bajo la tendencia naturalista.
@luforero4

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