Opinión

Sector pesquero y acuícola, las olas vienen y van

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
Colombia tiene una de las mayores diversidades de peces del planeta, recursos que se extraen de mares, ríos o lago; sin embargo la ingesta de pescado en Colombia, y en general en América Latina, con ecosistemas marinos altamente productivos y abundantes especies, es de las más bajas del mundo; en Colombia se consumen 6,7 kilos por persona en promedio al año, comparado con 38 kilos en España y 54 en Japón.

Tres países suramericanos ( Chile, Perú y Ecuador), aportan el 20% del total de pesca de captura mundial, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Cinco países (Perú, Chile, México, Argentina y Brasil) capturan cerca del 90% del total regional. En su conjunto en América Latina viven de la pesca casi dos millones de personas.

Las capturas se hacen principalmente en forma artesanal por pequeños pescadores nativos que desarrollan su trabajo en botes o embarcaciones a vela cerca de las costas, en compañía de dos o tres tripulantes, por lo general familiares; y en forma industrial con barcos en alta mar, embarcaciones, algunas con cerca de medio siglo de trabajo en aguas colombianas; llevando como carga obligada, unos y otros, anzuelos, carnada, chinchorros, cebos, cuchillos, gasolina, mallas o redes, neveras, suficiente hielo, trampas, víveres, etc. Los pesqueros artesanales faenan varios días, y no son ajenos a asaltos en plena mar, quedando atrapados cuando sus vidas son amenazadas o les roban la pesca y el motor de la lancha, dejándolos a la deriva. La tarea se suspende cuando llueve, porque el agua se endulza demasiado, lo que ahuyenta a las especies. Cuando se pesca en lagunas y no hay lluvia y en verano, la pesca milagrosa y la ayuda gubernamental nunca llega. En general el sector que en Colombia no zarpa, añora los ochenta del siglo XX cuando operaban prósperas empresas pesqueras que hoy permanecen abandonadas o destinadas a otro uso, y barcos pesqueros anclados y utilizados como carritos de mercado. Analistas atribuyen esa situación a la falta de una política pesquera, y el estar ensayando con diversidad de entidades para regentar el sector, como el INDERENA, Instituto Nacional de Pesca, Ministerio de Agricultura, ICA, INCODER, y hoy a la Autoridad Nacional Pesquera, (Aunap). A nivel gremial funciona la Cámara de la Industria Pesquera de la Andi, creada hace 22 años por las atuneras de Barranquilla.
En materia de recursos hídricos, el país se posiciona en un lugar destacado en el mundo, enfatiza la FAO; no en vano tiene más de diez cuencas hidrográficas, en donde lo posible se presenta desarrollo sostenible sin degradar el medio ambiente.. En el trimestre jun-ago del año pasado, la actividad pesquera creció en Colombia un 5,7%, frente al 3,7% de la construcción y el 2,7% de comercio, hoteles y restaurantes, puntualizan organismos oficiales.

Los pesqueros que suelen tener mucha paciencia, se turban con los depredadores, con la “subienda” de miles y miles de toneladas de pescado atunes y sardinas enlatadas importados, y por el contrario no aumenta la exportación. El sector se ahoga cuando se capturan especies pequeñas, fuera del tamaño reglamentario; “por ejemplo el bocachico no se puede capturar ni menos comprar si no tienen más 25 cms”, apunta Elber Arturo Campos Gaitán, un joven pescador bogotano. En la otra orilla el rechazo se produce cuando se extraen especies en riesgo de extinción, como sucedió recientemente en Puerto Colombia, Atlántico, cuando fue capturado un mero de 150 Kgs. El sector tiende a oler a mal cuando se presenta sobrepesca, pesca en zonas de veda, o se intenta en temporadas no aptas; cuando en zonas de fronteras se capturan ilegalmete especies migratorias, o se trafica con especies ornamentales, y por los fenómenos naturales a veces imprevistos.

El cultivo de peces en criaderos -la acuicultura-, comprende cría de moluscos, crustáceos y plantas, que en el caso de Colombia crece aceleradamente y tiene un gran potencial para su desarrollo, según la FAO. En el país se cultiva entre otras especies la tilapia, cachama y trucha en al menos diez departamentos. En este subsector va en contravía los precios congelados de venta del producto vs aumento constante de alimentos concentrados. El país exporta camarón marino a Estados Unidos, Europa y Japón, y truchas a EE.UU. y Europa. La acuicultura en Colombia que en 2014 generó más de mil nuevos empleos, es apoyada además de la FAO, entre otros organismos y agencias internacionales, por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Agencia internacional para el Desarrollo (AID), la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación internacional de Korea.
@luforero4