Opinión

Sector metalmecánico, más que brillo

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
La industria metalmecánica, responsable de la transformación del acero, aleación de hierro y carbono, tiene a este producto como el de mayor consumo per cápita en la segunda década de este siglo, siendo Colombia en 2014,

el de mayor desarrollo metalmecánico entre los países latinoamericanos, y en la Región la nación con la más alta tasa de utilización de géneros de láminas de acero o alambrón; importados en una tercera parte.
Por donde se mire se encuentran mercancías de acero, en el hogar en los electrodomésticos; en edificios, casas, construcciones en curso, carreteras, puentes peatonales, estaciones del transporte masivo, debajo de la calle, la tubería metálica; empresas petroleras; torres conductoras de energía; maquinaria sofisticada en las compañías; escenarios públicos, restaurantes, hospitales, laboratorios, en fin son numerosos los subsectores y sectores que involucra la cadena del metal, sin exagerar es toda la industria que tiene que ver con la metalmecánica, que junto con el siderúrgico y el astillero, son la columna vertebral de los demás sectores de la economía.

La industria metalmecánica en Colombia nació hace 120 años con la empresa santandereana Penagos Hermanos y Cía., que con otras nueve están congregadas en la Asociación Grupo Metalmecánico 10M. En el país el líder metalmecánico es Manizales y departamento de Caldas, con 149 empresas que integran el Directorio Empresarial del Sector Metalmecánico; sólo el 2 % de estas compañías son grandes; el 75 % son microempresas, el 19 % pequeñas empresas y el 4 % medianas empresas, de acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional, sede Manizales.

El empuje del sector se ve estimulado entre otros parámetros por las inversiones en las autopistas 4G, nuevos colegios, y la tendencia en construir vivienda de interés social en acero, lo que en principio produce dos buenos efectos, el poco tiempo en que se construyen y se montan las viviendas, y la sismo resistencia y flexibilidad que le transmite a las edificaciones el acero.
La agenda del sector escrita entre el gobierno y privados, prevé que en los próximos 5 años se alcance las 674.125 toneladas de productos siderúrgicos y metalmecánicos que llegarán a la Comunidad Andina, (Bolivia, Ecuador y Perú), demás países suramericanos y a Centroamérica.
En este portafolio se considera acrecentar la productividad de las compañías, dejar de ser flexible con el contrabando; trabajar con los nuevos aceros, los AgION, que disminuyen las bacterias y hongos que crecen en el metal; utilizar más la soldadura robótica y estimular este oficio que tiene un gran déficit de profesionales.
Entre el 2000 y el 2010, la industria siderúrgica-metalmecánica colombiana registró el 232.8% de aumento en su producción; este año podría terminar con un incremento global de 7,5%, según Hacienda. El crecimiento en particular del sector metalmecánico en el país en el primer semestre de 2016, fue superior al 10% en relación al mismo periodo del 2015, indica Juan Manuel Lesmes Patiño, Director Ejecutivo por más de 15 años de la Cámara Fedemetal de la Andi, fundada el 11 de septiembre de 1944 en Medellín.

Al cierre de 2016, “año marcado por la incertidumbre”, el sector espera haber generado 112.232 empleos directos, esto es más del 15% de todos los empleos industriales del país; más unos tres centenares de empleos indirectos. En Colombia, el sector metalmecánico y siderúrgico aporta 10.6% al PIB nacional, en tanto que en México la sola industria metalmecánica aporta un 14 % del PIB manufacturero .España, aprovechando la alta demanda mundial de los bienes de estos sectores, y el buen momento de Colombia, añora alianzas estratégicas con empresas nacionales, para hacer parte del encadenamiento de línea blanca.
La industria metalmecánica latinoamericana que tiene en nómina a 4 millones de trabajadores, de los 70 millones de metalmecánicos en el mundo, encuentra una serie amenaza con las empresas metalmecánicas de China, que domina el 50% del mercado mundial, y son manejadas por empresas estatales subsidiadas, produciendo una desventaja comercial a nivel mundial, en una franca competencia desleal o dumping. Esta situación se puso de presente nuevamente en Cartagena de Indias ante 22 Jefes de Estado, advirtiendo que la crisis del acero produce “pérdida de empleos, afectación en nuestras comunidades, clausura de empresas, desestímulo a la inversión, pérdidas financieras y destrucción de nuestra cadena de valor metalmecánica”, indicó la Asociación Latinoamericana del Acero, que añadió que “China no respeta las reglas internacionales de comercio en el sector del acero”.
@luforero4