Opinión

El ratón que asusto al elefante

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
El enemigo público No. 1 del gobierno de Venezuela, concretamente del presidente Nicolás Maduro, es Gustavo Díaz, un vendedor de tornillos de Home Depot de Alabama, en Estados Unidos. Como recientemente ha publicado el WSJ Américas, Díaz, además de su modesto empleado, es el presidente de uno de los sitios web más populares e insurgentes de Venezuela, DolarToday.com, que ofrece un tipo de cambio de referencia utilizado por sus compatriotas para comprar y vender dólares en el mercado negro y burlar uno de los controles cambiarios más rígidos del mundo.

¿Y qué es lo que enloquece de la furia a Maduro y sus esbirros? Maduro, según el diario estadounidense, “ha acusado a DolarToday de dirigir una “guerra económica” contra su asediado gobierno y prometió encarcelar a Díaz y a sus dos socios, otros expatriados venezolanos en Estados Unidos. El banco central venezolano interpuso dos veces una demanda contra el sitio web en tribunales estadounidenses, las que fueron desechadas por los jueces. El gobierno también ha recurrido a hackers para lanzar constantes ataques contra el sitio, dijo Díaz, forzándolo a utilizar sofisticadas defensas.”

¿Concretamente qué hace Gustavo Díaz para tener prácticamente todo el gobierno chavista persiguiéndolo? Al establecer el tipo de cambio real del bolívar contra el dólar, Díaz fija el precio de todo en Venezuela, desde el arroz a las aspirinas pasando por los autos, influyendo en la tasa de inflación y moviendo millones de dólares diarios en transacciones de divisas. DolarToday calcula la tasa encuestando a casas de cambio en la ciudad fronteriza de Cúcuta, el único lugar que acepta el bolívar.

La tasa oficial, dependiendo del tipo de importación, varía entre 10 y 660 bolívares por dólar. La cotización de DolarToday que está por encima de los 2.000 bolívares es una referencia para la mayoría de los importadores venezolanos que no pueden obtener divisas a través de los canales oficiales, dicen grupos empresariales nacionales. En el primer semestre, más de la mitad de las importaciones privadas de Venezuela se financiaron con dólares del mercado negro.

Dado que en Venezuela está estrictamente prohibido publicar tasas de cambio o de referencia distintas a aquellas que el gobierno pretende imponer, lo que Gustavo Díaz hace es poner en evidencia la cruda realidad de un gobierno en bancarrota que por su propia venalidad e ineptitud se ha encargado de ‘putear’ lo que en su día fue la moneda más fuerte del continente. Que le quiten en público la máscara y dejen ver al mundo entero que la moneda local en manos del chavismo ha perdido prácticamente la totalidad de su valor, por razones obvias es algo que Maduro no le puede perdonar a este modesto vendedor de tornillos. Díaz no solo es el ratón que asustó al elefante, sino que lo puso a correr.

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