Opinión

Mienten

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Uno de los grandes mitos de la historia es que el mal llamado ‘embargo’ de Estados Unidos a Cuba es el causante de la penuria y de la miseria en que se ha sumido la isla durante las cinco largas décadas de la tiranía de los hermanos Castro.
En días pasados, en energúmeno analista partidario de Fidel afirmaba sin pudor alguno: “La isla vive aislada no precisamente porque Fidel así lo quiso, sino porque el embargo impuesto por EE.UU. le cierra todo camino para triunfar.

Hay que tener muchos valores y orgullo —como el de Fidel y gran parte del pueblo cubano— para no tambalearse y entregar un país por unos cuantos centavos. “Resistiremos a sus leyes”, decía el líder revolucionario. “[El embargo] pasará a la historia como un gran crimen, como un intento de matar de hambre y enfermedad a todo un pueblo. Eso la historia no lo perdona”, subrayaba. Si bien a lo largo de la historia Fidel ha sido fuertemente criticado por sus opositores por llevar su país a la miseria y a parte de sus ciudadanos al exilio, eso no minimiza sus enormes esfuerzos de haber luchado contra un imperio, siempre en aras de su pueblo. “Patria o muerte”, justificaba.”

Vamos por partes: En primer lugar el tal ‘embargo’ es exclusivamente la suspensión unilateral por parte de los gringos del comercio con Estados Unidos. Cuba tiene relaciones comerciales con el 99 por ciento de los países del mundo, incluyendo Colombia. Lo que realmente ocurre es que Cuba no tiene nada que exportar, nada que vender; y en consecuencia no tiene nada con que comprar nada para importar. Entonces la penuria cubana no es culpa de los gringos sino de la práctica inexistencia de actividad económica productiva en la isla debido al férreo control que los Castro y el Partido Comunista ejercen en Cuba y su manifiesta animadversión al sector privado.

El verdadero ‘embargo’ a la isla es otro: es el autoimpuesto por los hermanos Castro que le han cerrado la puerta a las ideas, al cambio, a la innovación, a la inversión, al libre tránsito de personas, de bienes y de servicios, y a la libre empresa. Este ‘embargo’ es que ha sumido a la isla en la miseria. Que no vengan los izquierdistas y los ‘mamertos’ de diferentes colores y sabores a tratar de convencer a la gente que el fracaso de la isla es culpa exclusivamente de los gringos y a argumentar que no es culpa de mantener a raya todo lo que no se ajuste a la estrecha mentalidad de los comunistas. ¡Esa es una grotesca mentira¡

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