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Actor Ashton Kutcher dio un discurso emotivo sobre la explotación sexual infantil

El actor Ashton Kutcher hizo un llamado al Congreso de Estados Unidos para combatir la explotación sexual infantil, una lacra contra la que el intérprete lucha a diario desde su fundación Thorn.

Con lágrimas en los ojos, el esposo de la actriz Mila Kunis dijo haber estado «en redadas del FBI en las que he visto cosas que nadie debería ver. He visto un vídeo de una niña de la misma edad que la mía (2 años) violada por un estadounidense que estaba en Camboya de turismo sexual».

«He conocido a víctimas traídas desde México, víctimas en Nueva York, en Nueva Jersey, por todo nuestro país», agregó.

Ashton Kutcher compareció el miércoles en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado de EE.UU. para pedir a los congresistas que apoyen los esfuerzos de su organización para combatir la explotación sexual infantil.

Fundada en 2012 por Kutcher y su entonces esposa, la actriz Demi Moore, Thorn es una organización que diseña software para localizar a las víctimas de la explotación sexual infantil en internet, principal mercado (63 %) de compra y venta de niñas y niños según uno de sus estudios.

Kutcher, protagonista de «That ’70s Show» o «Two and a Half Men», explicó que una de las herramientas creadas por Thorn, llamada Spotlight, logró identificar a 6.000 víctimas en tan solo seis meses.

«La tecnología puede utilizarse para permitir la esclavitud, pero también para desactivarla. ¿Podemos diseñar unas herramientas mejores que las suyas para combatir lo que está sucediendo?», dijo el actor en el Senado.

Ashton Kutcher reveló que, en una ocasión, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) pidió ayuda a Thorn después de investigar durante tres años los abusos sexuales a una niña que entonces tenía siete y ser incapaces de encontrar al culpable.

«Éramos la última línea de defensa. Un actor y su fundación», exclamó el actor, quien confesó que no pudieron ayudar al DHS a localizar a la víctima y que en ese momento eso le «destrozó».

«Durante los siguientes tres meses, tuve que acostarme cada noche pensando que esa niña seguía siendo víctima de abusos y que si hubiera creado el software correcto la hubiésemos podido salvar», añadió.