Opinión

¡No hay espacio para vacilaciones, monseñor¡

Por Mauricio Botero Caicedo
Monseñor Monsalve, Arzobispo de Cali, es partidario que haya un cambio en la política de la Iglesia sobre los homosexuales. El prelado no comulga con de las tendencias tradicionales de la Iglesia católica como es la histórica exclusión que ha impulsado la Iglesia con la comunidad LGTB. El arzobispo de Cali aseguró que es un momento propicio para cambiar de tono al respecto.

“La Iglesia debe mejorar su relación con esta comunidad (Gay) y ayudar a la sociedad a entender que las personas no se definen por sus tendencias o conductas, sino por su propio valor, dignidad, derechos y deberes. Hay que brindarles más acogida y pedirles perdón por las heridas que les hemos causado con juicios hirientes y dañinos sobre su tendencia”, aseguró el arzobispo.

Me parece que en vez de hacer declaraciones públicas en contra de la doctrina de la Iglesia, lo que monseñor Monsalve debe hacer es tratar por dentro de que la Iglesia cambie su política. Y si no le gusta a monseñor este camino, debe es considerar el colgar los hábitos.

Harina de otro costal son los casos de pederastia en su arquidiócesis. Élmer Montaña, abogado de una familia de dos niños abusados por un cura de Cali, señaló que monseñor Monsalve le ofreció dinero para que no asumiera la defensa de la familia perjudicada. El religioso no admitió ni negó la acusación, pero sí expresó que el abogado está recurriendo a distintas interpretaciones para crear un escenario mediático. El debate nace de la respuesta de la Arquidiócesis de Cali a las víctimas indirectas (los padres de los niños): les dijo que era su culpa que los menores hubieran sido ultrajados por el párroco William Mazo.

La pederastia no es un tema que se preste a medias tintas. No es aceptable, y punto. Todo cura acusado de este crimen debe ser entregado de inmediato a las autoridades. En lo que a esta aberración se refiere, monseñor, ¡no hay espacio para vacilaciones¡

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