En el Centro Religioso de la policía nacional se rindió un homenaje póstumo al capitán Víctor Miguel Benavides Hernández, comandante de la Sijín en Norte de Santander, quien fue asesinado este fin de semana en Tibú en un ataque armado, al parecer, ejecutado por «Los Pelusos».

La ceremonia religiosa fue presidida por el director de la Institición, general Jorge Hernando Nieto, y demás oficiales que acompañaron a la familia del capitán, quien fue trasladado en la tarde de este martes a la ciudad de Facatativá, donde nació.

Segun el director de la Policia Judicial e Investigación e Interpol, Dijin, general Jorge Vargas, en este episodio no se ofrecerá recompensa para dar con los responsables del homicidio del Oficial, toda vez que ya se tienen abiertas cinco lineas de investigación que llevará pronto a dar con los autores de su muerte.

También señaló directamente a la banda criminal de «Los Pelusos» de haber ordenado de este crimen, toda vez que en los últimos meses las autoridades vienen realizando fuertes operaciones para dar con los cabecillas de esta organización delincuencial dedicada al narcotráfico en la región.

Antes de su atentado, el capitán Benavidez se desempeñaba como jefe de la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN) del Departamento de Policía Norte de Santander, lideraba una investigación sobre la posible presencia de unos explosivos dentro de una casa, al parecer de propiedad de la organización delictiva ‘Los Pelusos’.

Al atender una llamada en zona rural de la Gabarra, hombres armados lo atacaron y le propinaron un impacto de bala en el abdomen y otro en un brazo. De inmediato fue auxiliado y trasladado a la base del Ejército Nacional en Tibú, y de allí al hospital de Cúcuta, donde falleció.

“Es un repudiable acto de barbarie que enluta a una familia y a toda nuestra Institución, daremos con el paradero de los asesinos, toda nuestra solidaridad y acompañamiento a la familia de nuestro valiente oficial”, sostuvo el director general de la Policía, general Jorge Hernando Nieto Rojas durante su intervención en la misa de despedida.

El capitán, de 35 años, oriundo de Facatativá (Cundinamarca) y padre de dos niños, de 2 y 5 años, ingresó a la Escuela de Cadetes ‘General Francisco de Paula Santander’ el 4 de febrero del año 2000.

En su hoja de vida le figuraban 58 felicitaciones y 3 condecoraciones por Servicios Distinguidos. La última se la había otorgada la Gobernación del Departamento, precisamente por su destacada labor contra las distintas manifestaciones del crimen organizado.