Luego de la tragedia que ocurrió en el Centro Comercial Santafé el pasado lunes en el que un hombre, con antecedentes penales, asesinó a tiros en su expareja en un local comercial, se abrió el debate sobre los protocolos de seguridad de estos sitios comerciales.

De acuerdo con Jefferson Lozada, coordinador del Centro de Seguridad de Plaza de las Américas,actualmente cuentan con esquemas de vigilancia que se basan en el análisis de conductas de las personas que circulan por sus instalaciones, pero que no se les pueden hacer requisas a todos.

“Nosotros nos movemos desde la parte de la prevención, analizando los perfiles de los visitantes y contamos con personal encubierto que está atento a cualquier situación anómala que se pueda presentar (…) no es fácil determinar quién lleva armas o no”, afirmó Lozada.

Varios centros comerciales de la capital no tienen la tecnología necesaria para detectar si una persona lleva armas, aunque los equipos caninos de estos lugares en ocasiones se convierten en parte fundamental de la seguridad.

El gran flujo de personas que entran a los centros comerciales hace muy difícil garantizar totalmente la seguridad, ya que si se requizan a todos los asistentes se generaría una gran congestión en la entrada.

«En un centro comercial es difícil porque nosotros no manejamos elementos de seguridad como se tienen a la entrada de entidades gubernamentales, estos son espacios creados para que la gente circule libremente (…) nosotros lo que hacemos es manejar una base de datos de todas aquellas personas que han tenido problemas dentro de nuestras instalaciones y cada vez que regresan se activan los protocolos de seguridad”, señaló Lozada.

Por ahora, se trabaja de manera conjunta con la Policía para requerir a toda aquella persona que pueda ser una amenaza y resaltaron que eventos como el ocurrido anoche, en el que una mujer perdió la vida, son fortuitos y de baja incidencia entre sus visitantes.