Judicial

En gigantesca redada desmantelan bandas de extorsionistas que operaban en 10 cárceles colombianas

–Cerca de dos mil integrante de la Policía Nacional, las Fuerzas Militares, la Fiscalía General de la Nación y del Inpec se tomaron por sorpresa diez cárceles del país y lograron individualizar a 34 cabecillas de bandas de extorsionistas que venían operando desde estos centros penitenciarios. Además, fueron capturados 167 integrantes que apoyaban en el exterior las acciones delincuenciales.

La acción simultánea se realizó en desarrollo de la primera fase de la «Operación Demoledor» en las cárceles La Picota (Bogotá), Cómbita (Boyacá), Guaduas (Cundinamarca), La Ternera (Bolívar), Las Mercedes (Córdoba), Doña Juana (Caldas), Pedregal (Medellín), Palo Gordo (Santander), San Isidro (Cauca) y La Vega (Sucre).

En la redada efectuada en los diferentes pabellones se incautaron 246 celulares, 205 Sim Cards, 25 USB y Micro SD, 4 Modem, 53 cargadores y baterías, 29 agendas con información de posibles víctimas extorsivas y 160 armas blancas.

De forma paralela, las mismas autoridades ejecutaron la segunda fase de la ‘Operación Demoledor’, tendiente a dar con el paradero de los cómplices de estos cabecillas fuera de prisión.

En trece acciones simultáneas capturaron a 167 delincuentes, quienes eran los encargados de reclamar los giros, producto de las extorsiones.

“Con la ‘Operación Demoledor’ logramos evitar el pago de más de 5.000 millones de pesos mensuales en extorsiones”, sostuvo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas Echeverri.

“Cárceles no serán santuarios del crimen”, agregó.


Por su parte, el director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas, reveló que el modus operandi de los delincuentes consistía en hacer llamadas a nombre de cabecillas de grupos al margen de la ley, mediante las cuales pedían medicamentos o equipos de comunicación de difícil adquisición, para que la víctima terminara pagando en efectivo.

Asimismo, el general Juan Pablo Rodríguez Barragán, comandante de las Fuerzas Militares, también señaló que otra de las modalidades de los delincuentes consistía en suplantar autoridades. Llamaban a las víctimas para decirles que un familiar acababa de ser detenido, pero que si se consignaban un dinero con prontitud sería dejado en libertad.

“Esta operación interagencial permitió golpear de manera contundente el corazón mismo de la extorsión carcelaria”, sostuvo la Vicefiscal General de la Nación, María Paulina Riveros Dueñas.

Los 34 presos, que efectuaban llamadas extorsivas desde sus celdas, fueron trasladados a una cárcel de alta seguridad, para así impedir que continuaran intimidando a comerciantes, ganaderos, vendedores y hasta a ciudadanos anónimos.