Este domingo se informó que desde Washington se volvió a exhibir el poderío militar de los EE.UU., junto a sus aliados, desplegando en la península coreana dos bombarderos estratégicos en respuesta al misil intercontinental (ICBM) lanzado el viernes por el régimen de Pyongyang.

Se informó que el Pentágono envío dos bombarderos B-1B desde su base de Andersen, en la isla de Guam (Pacífico Occidental), para que participaran en ejercicios combinados con las fuerzas aéreas surcoreanas y japonesas, que desplegaron por su parte cazas F-15K y F2, respectivamente.

En un comunicado oficial, la Séptima Fuerza Aérea estadounidense, señaló que: «Esta misión es una respuesta directa al lanzamiento provocativo de misiles balísticos por parte de Corea del Norte».

El general Terrence J. O’Shaughnessy, comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico, dijo que: «Corea del Norte sigue siendo la amenaza más acuciante para la estabilidad regional».

Y agregó que: «La diplomacia sigue estando al frente. Sin embargo tenemos una responsabilidad con nuestros aliados y nuestra nación a la hora de mostrar nuestro compromiso inquebrantable y de prever el peor de los escenarios».

También advirtió el general que las tropas están listas para responder de manera «rápida, letal y abrumadora en el momento y lugar elegido» si fuera necesario.