–Las organizaciones acompañantes respaldamos plenamente la propuesta de Acuerdo Humanitario ¡YA! en el Chocó lanzada el 18 de agosto del presente año por las organizaciones de la sociedad civil del departamento del Chocó, señaló la Organización de Naciones Unidas Colombia, al hacer eco a la denuncia de graves violaciones a los derechos humanos de las comunidades chocoanas, comunidades negras, indígenas y mestizas, las cuales se han visto gravemente afectadas por el conflicto armado y la persistente violencia en sus territorios.

En un declaración publicada en su página web, a propósito del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria cumplido este sábado, la organización internacional precisa que acompaña «el clamor de la población del Chocó, y hacemos un llamado urgente a todos los actores armados a cesar la violencia y permitir poner en marcha acciones humanitarias que pongan fin a las graves afectaciones que hoy continúan perjudicando gravemente a niñas, niños, adolescentes, mujeres, comunidad LGBTI, y el conjunto de las comunidades chocoanas».

Agrega que «esta población está expuesta a desplazamiento, confinamiento, violencia basada en género, explotación y abuso sexual, asesinato y desaparición forzada, siembra de cultivos de uso ilícito, prácticas de minería, contaminación por armas y minas antipersonal, reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes, entre otras.

La persistente violación a sus derechos humanos y al derecho internacional humanitario son un obstáculo para alcanzar la tan anhelada paz inclusiva y duradera para todas y todos los colombianos en todos los rincones del país, puntuliza.

«Como organizaciones acompañantes, reiteramos nuestro respaldo y compromiso por continuar trabajando sin descanso, junto a las comunidades y las instituciones nacionales y para que las oportunidades que promete el proceso de paz no sean ajenas al Chocó ni a ninguna víctima del conflicto armado», reseña el escrito, el cual concluye:

Continuaremos respaldando la valentía de las comunidades chocoanas en la legítima reivindicación de sus derechos étnicoterritoriales y a recorrer el camino de la construcción de paz sobre la base de la reparación, de una democracia incluyente y un desarrollo equitativo en el que nadie se quede atrás.

Previamente, en la misma web ONU Colombia destacó que «en respuesta a la emergencia humanitaria y al incremento de la violencia que experimenta el Chocó, las organizaciones indígenas, afrocolombianas y mestizas presentaron un Acuerdo Humanitario que exige a todos los Actores Armados cumplir con el Derecho Internacional Humanitario».

La iniciativa pone de manifiesto la urgencia de tomar medidas para acabar con el desplazamiento, la siembra de minas antipersonas, la violencia sexual y de género, el reclutamiento de menores y las amenazas y asesinatos a líderes sociales.

Destacando la resiliencia de las comunidades Chocoanas, Martín Santiago Herrero, Coordinador Residente y Humanitario de las Naciones Unidas en Colombia, manifestó que: “No podemos seguir siendo indiferentes frente al aumento de esta violencia sin razón, que tiene que terminar ya”. Así mismo, ratificó que las Naciones Unidas seguirán acompañando a las comunidades en esta causa.

Agregó que “el Acuerdo Humanitario Ya es un luz de esperanza para superar la violencia y abrir la puerta para construir una Paz sostenida en el Chocó, liderada desde las organizaciones indígenas y afrocolombianas.”

Por su parte, el Padre D. Jesús Albeiro Parra Solís, Vicario de Pastoral Indígena y Delegado de Paz y Derechos Humanos de la Diócesis de Quibdó, señaló que “el Acuerdo Humanitario es el fruto del consenso y la reflexión de la Sociedad Civil, de Organizaciones Sociales y Étnico-territoriales. Es una esperanza para el Departamento y un modelo para toda Colombia.”

Con ocasión del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, a nivel global, las Naciones Unidas hicieron un llamado a los actores armados, afirmando que la población civil y trabajadores humanitarios no son objetivos de guerra – #NotATarget. «El Acuerdo Humanitario Ya para el Chocó formula esta misma exigencia “de dejar a las comunidades fuera del conflicto”, precisó.