Conflicto Armado Judicial

Así fue la operación donde fue abatido ‘Gavilán’

Efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Militares ubicaron en Turbo (Antioquia) a Roberto Vargas Gutiérrez, por cuyo paradero el Gobierno Nacional ofrecía una recompensa de hasta 500 millones de pesos. Su última actividad fue ver el partido de la Selección Colombia.

A las 6:30 de la tarde del jueves, en desarrollo de la ‘Operación Agamenón II’, la fuerza pública le asestó el más duro golpe de su historia a la organización criminal ‘Clan del Golfo’ al abatir a su segundo cabecilla, Roberto Vargas Gutiérrez, conocido en el mundo del crimen organizado como ‘Gavilán’.

A esa hora, efectivos de nuestra Policía Nacional y de nuestras Fuerzas Militares, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, efectuaron una operación de asalto en el sector de Puerto Plata, en zona rural del municipio antioqueño de Turbo.

Los comandos helicoportados tenían información previa que señalaba que el cabecilla, tras ver el partido de fútbol de la Selección Colombia contra Venezuela, se desplazaría en una lancha por la ciénaga de Tumaradó hacia una cabaña, donde pernoctaría.

Y, efectivamente, tal como lo habían revelado los informantes, a quienes se les pagará la recompensa de hasta 500 millones de pesos ofrecida por el Gobierno Nacional, el capo arribó al sitio, donde finalmente fue abatido. En medio del fuego cruzado sus escoltas huyeron de la zona.

Así culminó la quinta operación directa contra este delincuente que tenía 22 órdenes de captura vigentes, por los delitos de homicidio, concierto para delinquir, narcotráfico y desplazamiento forzado.

Con su muerte finalizan más de 20 años de prontuario criminal. Inicialmente fue guerrillero y luego perteneció a las Autodefensas Unidas de Colombia, de las cuales se desmovilizó en 2005. Posteriormente retornó a sus andanzas en el mundo del narcotráfico hasta convertirse en el principal socio de Dairo Antonio Úsuga, ‘Otoniel’, principal cabecilla del ‘Clan del Golfo’, por quien se ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares.

‘Gavilán’ hacía parte de la línea dura de la organización criminal. Además de liderar las operaciones de narcotráfico hacia América Central también dirigía la estructura armada de la organización. Incluso fue quien ordenó el asesinato de policías como respuesta a los contundentes golpes contra el ‘Clan’.

Para evadir la persecución de las autoridades montó la red ‘Cabañeros’, que delinquía especialmente en la frontera con Panamá. Bajo amenazas de muerte obligaba a campesinos e indígenas a informarle cualquier movimiento sospechoso en toda la región del Urabá antioqueño.

Además de su alta peligrosidad, ‘Gavilán’ era uno de los capos más excéntricos del ‘Clan’. Se caracterizaba por comportamientos sexuales con niñas entre los 14 y 17 años, a quienes ordenaba tatuarse con su imagen; pagaba entre 10 y 15 millones de pesos por niña virgen, y adecuaba viviendas en plena manigua con excelsos productos importados, como whisky, pescado, caviar y quesos.

Los resultados de ‘Agamenón, cuya primera fase comenzó en febrero de 2015 y la segunda, el pasado primero de junio, son contundentes: 456 operaciones de asalto, 1.503 capturas, 70 cabecillas neutralizados, 97,9 toneladas de cocaína incautadas, 91 laboratorios destruidos, 676 bienes ocupados (avaluados en más de 438 mil millones de pesos), 537 armas de fuego y 91.867 cartuchos incautados y 28 mil millones de pesos decomisados.

Todo lo anterior señala que el único camino que les queda a los demás cabecillas y lugartenientes del ‘Clan del Golfo’ es su entrega a la justicia. De lo contrario, serán capturados o neutralizados por la fuerza pública, tal como ocurrió ayer con ‘Gavilán’.