Bogotá

Juez le otorga libertad condicional al universitario Andrés Salamanca

El Juzgado 17 de Ejecución de Penas le otorgó la libertad condicional a Andrés Salamanca, el universitario que en la madrugada del 12 de julio de 2013 causó la muerte a dos ingenieras y dejó herido a un taxista al conducir su camioneta en estado de embriaguez en Bogotá.

La libertad condicional fue otorgada a Salamanca debido a que cumplió la sentencia más alta que pesaba en su contra.

En 2014 fue condenado a cinco años de prisión por el delito de homicidio culposo, sin embargo, tras firmar un acuerdo con la Fiscalía y de indemnizar a las víctimas, fue condenado a nueve meses y 18 días de prisión.

Tras cumplirse cuatro años del accidente y luego de obtener una redención de pena de 332 días (equivalente a 11 meses y dos días) por estudio o trabajo, el juez del caso le concedió la libertad incondicional por pena cumplida.

El despacho ordenó, además, decretar a favor “la rehabilitación de sus derechos y funciones públicas, así como la prohibición para conducir vehículos”.

Por su parte, las víctimas mostraron su indignación por el hecho de que se haya declarado extinguida la pena contra Salamanca. Según con Roberto Bastidas, padre de una de las ingenieras, la condena que purgó el universitario “no está cumplida”.

“Ya no pretendemos seguir acudiendo a la justicia. Nosotros interpusimos el recurso de apelación cuando fue la lectura de fallo y, ¿cuándo nos llamaron a decir qué pasó? La apelación quedó perdida. Eso es un traspié muy grande y, por eso, decidimos quedarnos quietos, porque eso duele mucho. Le toca a uno conformarse con lo que tiene, pero él seguirá siendo el asesino de mi hija”, comentó Bastidas al diario El Espectador.

Mientras tanto, el taxista Hollman Cangrejo indicó que el dinero que recibió inicialmente se fue en atención médica.

“Tocó pelear y pagarle a un abogado una cantidad de plata para que saliera la indemnización. Hoy, a pesar de eso, estoy muy endeudado, me salió mal un negocio de una camioneta y de esa plata ya no queda nada, ni siquiera para las terapias a las que debería seguir asistiendo”, afirmó Cangrejo.