Opinión

No hay que ser un genio

por Mauricio Botero Caicedo
«La democracia política, como la entendemos nosotros, como un sistema pluralista que se alterna ordenadamente el poder, se basa fundamentalmente en un sistema de empresas vigoroso. »

Hernán Echavarría Olózag

Una de las principales características de este gobierno es su notable sesgo anti – empresarial. Cuando un gobierno no hace ningún esfuerzo para disminuir, o por lo menos morigerar su exagerado tren de gastos, y adicionalmente se endeuda hasta las cachas con la consecuencia de que cada vez el servicio de la deuda es mayor, no es sorpresa lo que está pasando.

En palabras del presidente de Fenalco, Guillermo Botero Nieto, quien se mostró preocupado por el efecto prolongado que ha tenido la reforma tributaria durante el año, afirma: “Sin duda, el gobierno subestimó el nefasto efecto que tendría el aumento del IVA sobre los consumos, según la DIAN, en los primeros ocho meses de este año se recaudaron 5.37 billones de pesos adicionales frente a la cifra registrada en igual lapso del año pasado. Al consumidor, al contribuyente, le han sacado de su bolsillo esa cantidad tan escandalosa de plata, con el agravante de que el “efecto multiplicador” del gasto público en este año no se ha sentido.”

El resultado final es que la plata no está en los bolsillos del consumidor para que lleve a cabo los gastos que considere necesarios, sino en los bolsillos del gobierno para que siga despilfarrando en ‘mermelada’ todo lo que lees está quitando a los ciudadanos. No hay que ser un genio para entender que política más estúpida y cortoplacista no existe.