Opinión

Noticias del extranjero

por Mauricio Botero Caicedo
Ayer domingo 22 de octubre los electores argentinos le propinaron una contundente derrota a Cristina Kirchner y a sus aliados. Por un margen de dos a uno, los votantes australes que respaldan al presidente Mauricio Macri avasallaron a la oposición peronista – kirchnerista.

La anterior es una gran noticia porque con ese masivo respaldo electoral, Macri va a poder profundizar con las reformas que requiere Argentina después de décadas de un manejo inepto y corrupto de la política y de la economía por parte de los peronistas y los kirchneristas. Argentina es sin duda uno de los países con mayor potencial del continente y no albergamos la menor duda que Macri va a ser la persona, que a corto y mediano plazo, va a colocar esta pujante nación en la senda de crecimiento sostenido.

Felicitaciones a todos loas argentinos que derrotaron al cáncer del peronismo¡

Por otra parte, Cristina Kirschner, en vez de estar manipulando elecciones debería estar es en la cárcel. Son incontables los casos de corrupción demostrada en que esta señora, acompañada de su difunto marido Néstor y su hijo Máximo, abusó del poder para multiplicar su patrimonio personal. Ojalá las autoridades no se dejen intimidar y pongan a Cristina y su hijo cuando antes detrás de las rejas.

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Las mediadas en contra del gobierno catalán que le ha tocado tomar al Primer Ministro español, Mariano Rajoy, son duras, pero inevitables. Y son inevitables porque de no tomarla España corre el riesgo de estallar en una docena de ‘naciones’ independientes. En un segundo, el ‘País Vasco’, Galicia, Valencia, las Baleares, Canarias, Andalucía y Extremadura estarán hablando de su secesión del Reino de España.

O Rajoy y Madrid utilizan todas las herramientas jurídicas, políticas y policiales que la Constitución les permite, incluyendo la toma militar, para impedir la independencia de Cataluña, o en cuestión de pocos meses el Reino se desintegra.

La realidad es que la mayoría de los catalanes rechaza la independencia. Pero un élite ambiciosa y corrupta se las ha arreglado para que esta mayoría no puedan expresarse en las urnas. Ese es el fondo del problema catalán: la minoría pretende imponerse sobre la mayoría. Cualquier parecido con Colombia es pura coincidencia.