Opinión

Soya, Supersector en Mercosur

Por: Luis Eduardo Forero Medina
La soya tiene una gran demanda por sus usos alimenticios y de salud tanto de personas como de animales. Para el hombre este cereal se considera tan bueno como la proteína que se obtiene de los huevos o de la carne, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Con la soja se contribuye en Malawi, sureste de África, a disminuir y reforzar la seguridad alimentaria. Veinticinco gramos diarios de proteína de soya pueden reducir los niveles de colesterol, y problemas cardiacos, señala la FDA -Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. De sus derivados, el aceite de soya es el de mayor producción mundial para el consumo humano, y la leche de soya supera a la de vaca, por contener menos grasas y calcio, y ser baja en carbohidratos.

La soja es utilizada en los sectores porcino, ganadero y avícola; en China, el mayor consumidor de soya en el mundo, se utiliza en gran escala para engordar cerdos y pollos. El cultivo de la soya, el principal grano oleaginoso en el planeta según el boliviano Mamerto Pérez Luna; se efectúa en forma transitoria con siembras de maíz y arroz, fuera de requerir de alta tecnificación y de extensos terrenos. “En pocos cultivos la cosecha tiene tanta importancia, como en la soya; es una labor que debe realizarse en el momento oportuno y con cuidadosa operación”, anota la FAO.

Los países del Mercado Común del Sur, Mercosur (Brasil, Argentina,Paraguay y Uruguay) producen la mitad de la soja del mundo; en estos países la soya ocupa más del 50% de su tierra cultivable. Asia de donde es originaria la soya, fue dejada de un lado por el continente americano en producción de soya; cerca del 90% de ésta proviene de EE.UU., Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Canadá y Uruguay. El 34 % de la producción mundial de soja procede de EE,UU.; el 30 % de Brasil , el 18% de Argentina y el 3% de Paraguay. En las dos últimas décadas Argentina pasó a ser referente mundial soyero, por las prácticas que allí comenzó Monsanto con semillas transgénicas; alcanzando a cubrir el 90% de los cultivos en ese país, principalmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Es la llamada sojización de la agricultura; sembrada mayormente en tierras alquiladas. En el Paraguay que hace cincuenta años dependía de las importaciones de soja; con estímulos financieros y apoyo técnico y fiscal a los agricultores, hoy ese commodities es el principal rubro agrícola de exportación. Este país ocupa el 6to lugar en cuanto a producción de soja mundial. Uruguay exporta más soja que carne, arroz y trigo. La totalidad de la producción uruguaya es de soja transgénica.

Bolivia desde hace 23 años ha pasado de ser un país con poca extensión de cultivos de soya a una nación donde esa oleaginosa es muy querida por los agricultores; encontrando su población en ella un aliado en la seguridad alimentaria. El departamento de Santa Cruz es la región soyera por excelencia, colocando a este grano en el tercer rubro de exportación después del gas y minerales.
En los países soyeros del Cono Sur, llamados la “república de la soya”, la expansión inusitada de este cultivo se ha dado a expensas de hechos como arrasar bosques para darle paso a la soja; y produciendo daño a la salud de las personas por el empleo indiscriminado de glifosfato, que en Argentina se vende bajo el nombre de Roundup. En países como Bolivia el cultivo de soya estaría causando efectos negativos a las comunidades indígenas y campesinas asentadas en las zonas soyeras. Está por renovarse el acuerdo de algunas empresas transnacionales que prohíbe el comercio, la adquisición o la financiación de soja generada a partir de tierras deforestadas, que estuvo vigente hasta 2015.

En Colombia, aunque los llanos orientales, particularmente La Orinoquía, y los departamentos de Meta y Valle del Cauca producen soya, la mayor parte de este producto se importa. La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – Corpoica- ha desarrolado diferentes variedades “con muy buenos rendimientos”, como la Corpoica Guayuriba 9. El país está en los últimos lugares de producción de soja en el Continente; para algunos una situación favorable porque la soja tiene gran impacto en la deforestación tropical. El CEO Los Grobo Argentina, especializados “en hacer tierras más productivas, para generar más competitividad”, de la mano del Ingeniero Agrónomo Gustavo Grobocopatel, emprende la “revolución verde” para que Colombia de tener un área de soya sembrada de 41.022 hectáreas en 2013, pase a 1’000.000 hectáreas, para el 2018. “Me duele la enorme inconciencia que existe en la clase dirigente. Los líderes del país son mucho bla bla bla, que el desarrollo sostenible, que no sé qué… pero a la hora del té los intereses económicos predominan y vale huevo el tema ambiental”, dijo Manuel Rodríguez Becerra, el primer Ministro de Medio ambiente de Colombia y profesor emérito de la Universidad de los Andes de Bogotá.
@luforero4