Opinión

En su día lo alababan

Por: Mauricio Botero Caicedo
Pocos escritos tan desgarradores e impactantes como aquel de la periodista venezolana María Angélica Correa publicado hoy martes 26 de diciembre en el diario El Tiempo : “21 de diciembre, escribo desde Caracas. La ciudad está a oscuras desde muy temprano, desde hace mucho tiempo. Desolada, abandonada y en silencio. Sus calles destruidas. Negocios cerrados.

Es lo que me encuentro con voy camino a casa. En una calle me topo con una alcabala de hombres con uniformes de fuerzas de “seguridad”, en ese instante no sé qué hacer, porque no sé quiénes son esos hombres, porque no sé si son delincuentes armados por el régimen con el objetivo de secuestrar… El alumbrado público casi no existe. Esa oscuridad es mi acompañante. Aquellas luces de Navidad ya no están. Al llegar a casa, me sorprendo ver a lo lejos un balcón donde un arbolito con tímidas luces me recuerda que estoy en Navidad. Pero es que aquella palabra mágica, Feliz Navidad, ya no se escucha en este diciembre de 2017. Nuestros días previos a esta celebración de la natividad han pasado en colas buscando alimentos, en los bancos buscando efectivo, con una hiperinflación que mantiene al pueblo con la barriga vacía. Ancianos muriendo de mengua. Niños muriendo por desnutrición, madres haciendo colas en las cárceles infrahumanas para visitar a los presos políticos; otras, yendo a las tumbas de sus hijos asesinados por las armas del régimen…Uno de los planes de Chávez fue prostituir a la sociedad, colocando la miseria como forma de control social. El pueblo debía perder la capacidad de asombro. Había que llevarlo a la sobrevivencia. Y lo destruyó. Hoy los venezolanos estamos espiando de la manera más indescriptible y salvaje, aquel error. Georg Eickhoff quien trabajó para la Fundación Konrad Adenauer en Venezuela declaró recientemente que “el gobierno de Maduro va a hacer lo posible para reducir la población del país. Menos clase media significa menos oposición y menos clase baja significa menos gastos para bolsas Clap y otros consumos y más margen para el enriquecimiento personal. La tragedia humanitaria se promueve y se usa con esta intención. Los bebés y viejitos muertos por mengua en Venezuela son víctimas de una guerra del gobierno contra la población”.

La enorme mayoría de los colombianos, empezando por el ex – presidente Uribe, sabíamos que el chavismo iba a arruinar a Venezuela, y que iba a convertir esta democracia en una dictadura comunista. Juan Manuel Santos también lo sabía, pero como necesitaba a Cuba declaró el primer día de su gobierno, sin pudor alguno, que Chávez era su ‘nuevo mejor amigo’. Lo que los colombianos no podemos olvidar que durante largos siete años ese régimen criminal era alabado por nuestro gobierno. Era alabado porque veía en él un firme aliado para acompañar los acuerdos con los narcoterroristas. Es más, Santos y su Canciller colocaron a Venezuela como garante de los Acuerdos de Paz. El que esté gobierno hoy se quiera lavar las manos de su complicidad con la criminal dictadura de Maduro y sus esbirros es de una hipocresía que no tiene parangones en la historia.