Opinión

Sector bebidas refrescantes, Arcoíris de marcas

Por: Luis Eduardo Forero Medina
El sector de bebidas refrescantes destapa su consumo en celebraciones, actividades al aire libre y por el creciente turismo nacional e internacional.Los consumidores que son gran parte de la población, eligen entre los productos en buena onda con la salud y el bolsillo; el cual se ha visto afectado en varios Continentes por las alzas en el impuesto al azúcar.

Las bebidas no alcohólicas aportan significativa mente a la economía de cualquier país; creando como ningún otro sector más empleos indirectos que directos. Refrescantes abarca embotellado , almacenamiento, transporte, comercialización, distribución, restaurantes, bares, tiendas, y hasta venta en semáforos. En algunos países algunos de estos productos, exclusivos en su mayoría; sólo están disponibles en máquinas expendedoras.
Este sector incluye agua embotellada, tés, jugos de frutas y bebidas carbonatadas o no; es de los que utiliza más agua; cadena que empieza desde la extracción de fuentes naturales hasta en su producción e higiene de envases. El alto consumo de energía eléctrica y a gas son otras de las características de la industria de bebidas refrescantes. En Colombia las refresqueras que manejan el mercado son Coca-Cola, PepsiCo, la peruana Big Cola del Grupo Aje que cumple 30 años en 2018; y Postobón, creada en 1904 por Gabriel Posada y Valerio Tobón en Medellín. Postobón, empresa de la OAL, que igualmente se dedica al sector de ingenios azucareros; tiene la distribución de Pepsi, y concentra el mayor volumen de ventas en la industria refresquera. El consumo en este sector está estratificado; los jugos y el agua lo compran más las personas de mayor poder adquisitivo, y las gaseosas son las preferidas en sectores de ingresos medios y bajos, indica Euromonitor Internacional. En EE.UU. las gaseosas las compran más los latinos, adolescentes y población afro. El sector de la bebidas no alcohólicas que data de finales del siglo XVIII, según Anfabra (Asociación de bebidas refrescantes de la UE); en el mundo registra a México como el mayor consumidor de bebidas carbonatadas. Brasil y Argentina igualmente figuran en los países de mayor consumo de esas bebidas. Al menos 2.600 muertes podrían evitarse si la población argentina disminuyera un 10 por ciento el consumo de gaseosas azucaradas, de acuerdo con un nuevo estudio del CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad), dado a conocer a finales del año pasado y realizado con recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Según esa organización el consumo de bebidas azucaradas, entre otros productos, es un importante contribuyente a la epidemia de obesidad y al aumento del sobrepeso que afecta a América Latina. Para otros ese es “un mito no demostrado científicamente”, porque “el problema no es solo el azúcar”. En Colombia, aunque se prefiere más las gaseosas a jugos y otras bebidas no alcohólicas, cada minuto se consumen unos 1000 litros de agua embotellada. El consumo de bebidas carbonatadas tiene tendencia a la baja en Estados Unidos; en tanto que en Colombia sube. Según un nuevo estudio sobre la salud a nivel nacional en EE.UU, de 2002 a 2014, la leche fue la bebida favorita de los niños de entre 2 y 11 años. En el coloso del Norte lo que más se vende es agua gasificada; y a una de sus compañías emblemáticas – Coca Cola-, se suele atribuir “caídas” en el consumo en los últimos años; sin embargo lo que se ha presentado en esa multinacional es un replanteamiento de la franquicia, que la ha vendido; para dedicarse a ser líder de la misma. En el proceso de refranquiciamiento, en el mapa de Coca Cola aparecen como pendientes Norteamérica y África. En los países industrializados la tendencia es consumir más agua que refrescos y similares; y en todo el mundo, pensando en el medio ambiente; los envases que contienen agua y refrescos están siendo rediseñados , para hacerlos más livianos, y reutilizados en la llamada “economía circular”.

Las productores del sector, que tienen como su autoridad máxima al Consejo Internacional de Asociaciones de Bebidas (ICBA), compiten para cautivar al consumidor, atendiendo sus necesidades cambiantes y ofreciéndoles la reducción de sodio y grasas saturadas para algunas categorías. En el mercado crece la oferta de bebidas con azúcar cero o menos azúcar.

En la Unión Europea la sexagenaria UNESDA, la Federación que agrupa a todas las Asociaciones de Bebidas Refrescantes, sacó las bebidas azucaradas de las escuelas secundarias; promueve reducir el azúcar en refrescos en un 10 por ciento para 2020; cero publicidad de refrescos para niños menores de 12 años; suministrar información clara sobre calorías y nutrición del refresco que se va a comprar y responsabilidad ambiental, entre otras políticas de responsabilidad social. En España se adelanta hace 13 años una campaña para prevenir la fatiga en los conductores: “Un refresco tu mejor combustible”. En Colombia, el sector se agrupa en la Cámara de la Industria de Bebidas de la ANDI.

El aumento de impuestos a las bebidas refrescantes con el argumento que el azúcar incentiva la obesidad, ha sido interpretado en algunos países como “acoso”, “ estigmatización de un producto alimentario” y un “golpe” al sector. De hecho en varios países no ha prosperado esa iniciativa. “El impuesto a las bebidas azucaradas vulnera la libre circulación de mercancías, la unidad de mercado, y el principio de igualdad y no discriminación”, según informe técnico de Abogados Uría Menéndez, uno de los más prestigiosos bufetes iberoamericanos.
@luforero4