El arribo se dio pasadas las 11.00 hora local en un avión que transportaba los cuerpos de la pareja ecuatoriana secuestrada en abril en la provincia de Esmeraldas y que fue asesinada en cautiverio en suelo colombiano.

Camiones cisterna recibieron a la aeronave con un arco de agua en el aeropuerto de Tababela, donde se encontraban numerosos medios de comunicación, familiares, amigos y altas autoridades.

Los familiares de Óscar Villacís y Katty Velasco, vestidos con camisetas blancas con los rostros de sus parientes, recibieron al pie del avión los féretros cubiertos con la bandera de Ecuador, que se colocaron luego en carrozas decoradas con flores y listones morados.

El avión militar, que inicialmente tenía prevista su llegada a las 8.30 locales llegó con casi dos horas de retraso por problemas de agenda en la salida del aparato desde Ecuador.

El canciller José Valencia, que le había estado esperando, ya se había marchado del aeropuerto. Tampoco llegó a tiempo para el aterrizaje la ministra de Justicia, Rosana Alvarado.

Los restos de Villacís y Velasco fueron hallados en una fosa en el departamento colombiano de Nariño, y el director del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Carlos Valdés, confirmó el miércoles que se trataba de los dos ecuatorianos.

El secuestro fue notificado el pasado 17 de abril por el Gobierno de Quito, que divulgó en ese momento un vídeo que le había llegado en el que se veía a ambos atados y vigilados por hombres armados.

En el vídeo, la pareja afirmó que no tenía nada que ver con la situación de orden público en la frontera de Colombia con Ecuador y pidió al presidente Lenín Moreno que los ayudara para volver a la libertad.

El secuestro de la pareja es atribuido a un grupo disidente de las Farc encabezado por alias ‘Guacho’, presuntamente vinculado al narcotráfico y a quien también se responsabiliza de la retención y asesinato de un equipo periodístico del diario El Comercio, en el mismo mes.

Norma Velasco, tía de Katty, afirmó en el aeropuerto que ha sido «demasiado duro» por lo que ha atravesado su familia y el país, y criticó que el Gobierno los haya dejado «solos».

«Hemos estado solos porque el Gobierno no nos dio mucho oído, no nos ha ayudado, hemos estado solos y como somos pobres, peor», dijo en declaraciones a la prensa en la que denunció que «hubo mucha negligencia del Gobierno» ecuatoriano.

Subrayó que quienes los apoyaron en todo momento fueron los familiares del equipo de prensa de El Comercio.

En el aeropuerto, donde hace una semana recibió el cuerpo de su novio, el fotógrafo Paúl Rivas del equipo periodístico del Comercio, Yadira Aguagallo, declaró que es «reprochable para la sociedad ecuatoriana vivir esto sólo una semana después de haber enterrado a Paúl, Javier y Efraín».

Además de Rivas, el equipo de prensa asesinado estaba conformado por el periodista Javier Ortega y el conductor Efraín Segarra.

Para Aguagallo, el país tiene que «empezar con un marco jurídico de sensibilización a las víctimas».

«Estos meses hemos visto que no existe un enfoque de trabajo con la víctimas», insistió sobre las dificultades que han tenido que superar los familiares.