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Los desafíos para atender los nuevos equipos Wi-Fi que están llegando al mercado colombiano

La gran mayoría de los routers Wi-Fi básicos que brindan las operadoras de telecomunicaciones en régimen de alquiler, suelen emitir señales en la banda de frecuencia de los 2,4GHz, ya sea Wi-Fi 802.11b, 802.11g o 802.11n. Pero en este tipo de routers suelen experimentar problemas de errores, saturación, alcance limitado o velocidad, por el solo hecho de operar en una banda que también es utilizada por otras tecnologías.

Durante muchos años, las redes locales fueron construidas utilizando cableado estructurado Categorías 5e o 6, operando en el estándar hasta 1000BASE-T. Con la evolución de la tecnología, el IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) estandarizó los protocolos Ethernet para aplicaciones de redes de área local (LAN) para velocidades de 2.5/5GBASE-T (IEEE 802.3bz), lo que permitió un aumento en la capacidad de transmisión del cableado Categoría 5e y Categoría 6, lo que posibilitó la extensión del tiempo de vida de la infraestructura existente.

Pero ¿por qué existe un nuevo estándar de transmisión, si ya se encuentra disponible el estándar 10GBASE-T, el cual brinda una tasa de transmisión de hasta 10 Gb/s y ya viene siendo comercializado y aplicado usualmente en las redes de cableado estructurado?

La respuesta es sencilla: La necesidad de atender al desarrollo de equipos Wi-Fi de mayor capacidad (ancho de banda), lo cuales están destinados al uso en redes locales con una expectativa de alcanzar tasas de transmisión de hasta 5 Gb.

En este artículo se presentan los pros y los contras de cada aplicación, así como las recomendaciones que deben ser tomadas en cuenta en cada instalación.

El punto clave a ser analizado debe ser la influencia de las interferencias electromagnéticas, internas y externas (Alien Crosstalk), que podrían ocurrir. Este parámetro de Alien Crosstalk era analizado solamente en categorías superiores, como el de categoría 6A. Sin embargo, en la actualidad, el transito tasas de transmisión superior a 1 Gb/s debe ser analizado también en las Categorías 5e y 6.

El parámetro TSB-5021 de la TIA (Telecommunications Industry Association) recomienda que la metodología de test para ese parámetro, debe ser realizado con la metodología ALSNR (Alien Limited Signal to Noise Ratio), que permite realizar un cálculo que combina la pérdida de inserción, el NEXT y el FEXT y logra determinar si el cableado instalado irá a soportar, o no, las nuevas aplicaciones de 2.5GBASE-T y 5GBASE-T – y, aún, cómo se debe proceder con la evaluación adicional para esos protocolos.

Para nuevas instalaciones, la recomendación es siempre instalar la Categoría 6A, o superior, en todo el canal del cableado estructurado, ya que la expectativa de vida tecnológica de una nueva estructura de cableado es superior a diez años. Así, se recomienda la instalación de un cableado capaz de soportar no solo las aplicaciones actuales, pero también aplicaciones futuras, como el CAT.6A.