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Senado argentino le dijo No al aborto

–Por 38 votos negativos y 31 a favor, el Senado de la Argentina rechazó un proyecto de ley para legalizar el aborto hasta la semana 14 que había aprobado la Cámara de Diputados en junio.

Después de casi 17 horas de debate y con el voto negativo de 38 senadores, la Cámara alta rechazó la media sanción aprobada en la cámara baja. 31 senadores se manifestaron a favor y hubo dos abstenciones, las de los senadores, por Santa Fe, Omar Perotti (Justicialista) y la senadora por Neuquén Lucila Crexell (MPN).

De esta manera, la iniciativa no podrá volver a considerarse durante el corriente año parlamentario y solamente podrá ser nuevamente puesta en consideración a partir del primero de marzo del año 2019 cuando se inicie el nuevo período ordinario de sesiones del Congreso de la Nación.

En consecuencia, la interrupción del embarazo se mantiene en Argentina como delito, que es castigado hasta con cuatro años de cárcel, de acuerdo con una ley que data del año 1921 y sólo permite el aborto en caso de violación o riesgo de vida para la madre.

«Las mujeres están solas. El varón aborta antes, desapareciendo. Por eso este es un problema de mujeres. Los abortos se hacen y el debate hoy es por el aborto legal o ilegal”, expresó la senadora peronista Norma Durango.

A su turno, la senadora por Tucumán, Beatriz Mirkin, notificó: «Estoy acá para legislar, y acá en Argentina se aborta, lo he visto porque he trabajado en los hospitales. He visto muchos más legrados uterinos de los que ustedes imaginan».

La Iglesia Católica argentina, celebró a decisión del Senado de votar en contra del proyecto de despenalización del aborto.

«Como Iglesia hemos participado del debate procurando un diálogo iluminador sin considerar enemigos a quienes pensaran distinto», señala el comunicado expedido por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, que agrega:

«Como sociedad argentina nos toca ahora asumir y trabajar las nuevas divisiones surgidas entre nosotros a partir de este proyecto, a través de un renovado ejercicio del diálogo».

En seguida agradece «a hombres y mujeres, a los Senadores y organismos e instituciones que se han pronunciado en defensa de la vida» y «especialmente el testimonio de los pobres, que siempre nos enseñan a recibir la vida como viene y a saber cuidarla porque es un don de Dios».

Luego subraya:

El diálogo ecuménico e interreligioso ha crecido en este tiempo aunando esfuerzos para proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Se trata ahora de prolongar estos meses de debate y propuestas en la concreción del compromiso social necesario para estar cercanos a toda vida vulnerable. Nos encontramos ante grandes desafíos pastorales para anunciar con más claridad el valor de la vida: la educación sexual responsable, el acompañamiento a los hogares maternales surgidos especialmente en nuestros barrios más humildes para acompañar a mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad y la atención a personas que han pasado por el drama del aborto.

Renovamos nuestra esperanza de que #ValeTodaVida, proclamada con entusiasmo y convicción el 8 de julio pasado a los pies de Nuestra Señora de Luján: Que nuestra Madre nos ayude y enseñe a respetar la vida, cuidarla, defenderla y servirla.

Firman el comunicado el presidente de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea, Obispo de San Isidro; el Vice-Presidente 1°, Monseñor Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina; el Vice-Presidente 2°: Monseñor Marcelo Colombo, Arzobispo electo de Mendoza y el Secretario General: Monseñor Carlos Malfa, Obispo de Chascomús.

El debate sobre la legalización del aborto termino con una serie de intervenciones en las cuales los legisladores fijaron sus puntos de vista en favor y en contra.

Estas son algunos de los pronunciamientos:

El senador Maurice Closs (Bloque Misiones), se pronunció en contra de la media sanción aprobada en Diputados. Comenzó su discurso señalando que «muchos de nosotros creíamos que esto no salía en Diputados. Incluso algunos decían que era el pensamiento del Presidente. Pero salió. Y en los primeros minutos después de eso pensé que esto iba a pasar rápido en el Senado. Yo planteé entonces algunas correcciones muy importantes». Consideró que el primer problema era la constitucionalidad o inconstitucionalidad del proyecto. Criticó que la media sanción «avanza sobre facultades de las provincias. Pone obligaciones a hospitales y médicos de las provincias. Avanza sobre cuestiones que son competencias no delegadas». En ese punto destacó: «generamos un derecho subjetivo de segunda generación y pusimos los costos de ese derecho en las provincias». Al reconocer que las calles de Buenos Aires están repletas de manifestantes de pañuelos verdes, dijo que «en Misiones la mayoría está de acuerdo con la forma en que estamos votando».

Luego compartieron el tiempo de su bloque (Frente Progresista), los senadores, por la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Solanas y, por Río Negro, María Odarda. Solanas sostuvo que «esta ola verde de las chicas está representando el reconocimiento a sus derechos». Preguntó al cuerpo «por qué no podemos decir que no tienen derecho a su cuerpo y a gozar de su cuerpo». En este sentido consideró que «sigue existiendo la concepción patriarcal de una mujer tutelada e infantilizada. El goce es un derecho fundamental». Finalizó su discurso diciendo: «que nadie se deje llevar por la cultura de la derrota. ¡Bravo, chicas! Ustedes han levantado alto el honor y la dignidad de las mujeres argentinas. Esta noche tiene un pequeño descanso, pero en poquitas semanas, todas de vuelta de pie, porque si no sale hoy, el año que viene vamos a insistir. Será ley, habrá ley contra viento y marea».

Odarda reivindicó el estado laico y afirmó que «no está contra la religión, ya que garantiza la libertad de cultos. En el estado laico los legisladores tienen que garantizar derechos positivos contra todos los ciudadanos. Estamos en un estado laico en el que las políticas públicas no las decide la Iglesia». Consideró que «hasta el día de hoy el Estado se mantuvo ausente». Coincidiendo con la opinión que la escritora Claudia Piñeiro manifestó en las audiencias públicas, la senadora rionegrina dijo: «No nos arrepintamos de ser valientes. Hoy tenemos la gran oportunidad de habilitar la política de salud pública de mayor impacto para las mujeres más humildes. No pierdo la esperanza de que ustedes, senadores que dijeron que van a votar en contra, reflexionen viendo a esa gente que está en las calles y que nos están mirando».

Luego fue el turno del senador por San Luis, Adolfo Rodríguez Saá (Unidad Justicialista), que se pronunció en contra del proyecto. Inició su presentación diciendo: «Tenemos que defender el Estado de derecho. Hay que respetar todo nuestro cuerpo normativo. Yo participé en la Convención Constituyente, y cuando incorporábamos los tratados internacionales, sumábamos tratados que decían que se era persona desde la concepción. Los tratados establecen que tenemos que respetar la vida desde la concepción, como la Convención de los Derechos del Niño». Concluyó afirmando que «si queremos cambiarlo, podemos cambiarlo: denunciemos el tratado, modifiquemos la Constitución. Pero como norma de convivencia debemos respetar la Constitución».

La senadora por Salta María Fiore (Pares) se pronunció en contra de la ley. Manifestó que «el principal fundamento de mi voto negativo es que el eje de este proyecto es cambiarle la naturaleza al aborto». Se preguntó «de qué clase de seguridad estamos hablando cuando en el artículo 14 de este proyecto dice que el aborto debe ser realizado o supervisado por un profesional de la salud. ¿Cuál es la garantía o la seguridad que se le da a una mujer en esas condiciones?». Luego de criticar las cifras presentadas por el ministro de Salud de la Nación, sostuvo que «este proyecto no va a las causas, no va a las raíces del embarazo no deseado y es ese el problema». Finalizó su presentación sosteniendo que «empoderar a la mujer es darle educación y las herramientas para que ejerza libremente su vida. En eso tenemos una deuda pendiente».

Continuó con el cierre del debate la senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria). Ratificó que su bloque «va a acompañar esta media sanción» y consideró que «lo más grave de esta noche es que se va a rechazar un proyecto sin proponer nada alternativo y la situación va a seguir siendo la misma». En este punto, afirmó que «esto no es un tema de creencia sino de dar respuestas a un problema que existe. Más que una cuestión de género, estamos frente a una cuestión generacional. Una vez más los pibes perciben el cambio de época».

Por su lado, el senador por Río Negro Miguel Pichetto (Justicialista) dijo que «en la última década hubo grandes avances de derechos como el matrimonio igualitario pero algunos temas, como estos, se nos pasaron, tal vez por miedo a instituciones retrógradas como la Iglesia Católica». Consideró que «las leyes no tienen que ver con las creencias religiosas» y, citando a Montesquieu, agregó que «las leyes tienen que cambiar las veces que sean necesarias; en cambio las leyes religiosas fueron escritas en la piedra». Afirmó que «el derecho a la felicidad, el derecho al reconocimiento es uno de los grandes derechos de la sociedad moderna, que no es lo mismo que la tolerancia. El derecho al reconocimiento es ponerse en el lugar del otro». Luego de destacar al exministro de Salud Ginés González García, de quien dijo que casi lo «excomulgan por repartir preservativos», Pichetto finalizó su discurso diciendo que «el ‘no’ puede ganar esta noche pero el futuro no les pertenece. Más temprano que tarde, seguramente en un día luminoso y no como este día gris, las mujeres podrán tener sus derechos». Citando a Miguel de Unamuno cuando el franquismo ingresó a las universidades de España, el senador rionegrino aseguró que «vencerán pero no convencerán».

La senadora por Tucumán Silvia Elías de Pérez (UCR) se manifestó en contra del proyecto. Defendió sus creencias católicas, de las que dijo que fueron atacadas como nunca antes y aseguró que es de «las que cree en el derecho inalienable a la vida de las que no se resigna buscando atajos». Calificó al proyecto de «inconstitucional» y «unitario» y dijo que «el aborto es siempre una tragedia que lo que hace es sumarle a la mujer una nueva herida más y le marca un camino que la convierte en jueza y ejecutora de la pena».

El último orador fue el senador por Formosa, Luis Naidenoff (UCR), quien se manifestó a favor del proyecto. Comenzó su exposición destacando las «posiciones en común, como la de que el aborto es una decisión no deseada y que es un verdadero drama». También resaltó que el camino de la penalización «fracasó». Afirmó: «me indigna los que dicen que el aborto no es la principal causa de muerte. Toda muerte es evitable. Desde la política eso nos tiene que movilizar y no minimizar porque esto también significa un desprecio a la vida». Concluyó que frente a la tensión «entre las convicciones religiosas y las miradas laicas fueron avances y no retrocesos». Finalizó diciendo que más allá del resultado «nada está perdido».