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Contraloría alerta al gobierno nacional sobre mala calidad y poca durabilidad de vías terciarias

–Un llamado al gobierno nacional hizo la Contraloría General de la República para que revise el modelo que se ha venido utilizando en el país para construir, sostener y mantener las denominadas vías terciarias o veredales, luego que una Auditoría de Desempeño del organismo de control encontrara deficiente calidad y poca durabilidad, además de falta de soporte técnico de varias obras de este tipo financiadas con recursos de las regalías.

El organismo de control estableció que las entidades territoriales a cargo de vías terciarias no manejan presupuestos dedicados que garanticen su calidad y durabilidad; y no realizan las debidas labores de conservación y mantenimiento. La práctica más común en los proyectos es construir las vías en afirmado, que es de poca durabilidad.

La alerta la lanzó la Contraloría teniendo en cuenta que son multimillonarios los recursos que están programados para la construcción y rehabilitación de este tipo de vías.

Concretamente señaló, hay disponibles 1.38 billones de pesos de regalías para vías terciarias en las zonas del posconflicto, dineros que inicialmente estaban asignados al sector de ciencia y tecnología y fueron cambiados de destino mediante el Decreto 1634 de 2017.

Adicionalmente, advirtió, el ejecutivo Nacional acaba de anunciar que destinará 500 mil millones de pesos para el mantenimiento y mejoramiento de estas carreteras en todo el país, en 2019.

El organismo de control realizó Auditoría a Desempeño a 13 proyectos de vías terciarias de 6 departamentos y 13 municipios del país, adelantados en zona rural entre 2012 y 2016.

La auditoría examinó los beneficios y la eficacia de estos proyectos, todos ya liquidados, y desarrollados en los departamentos de Cesar, Caquetá, Nariño, Sucre, Tolima y Meta, determinando su sostenibilidad, priorización, pertinencia e impacto económico.

Como resultado de la auditoría, la Contraloría llamó la atención a algunos municipios, como los de la región de La Mojana, ubicada entre Sucre y Bolívar, para que, con la participación de las Gobernaciones, adopten soluciones técnicas para sus vías terciarias.

Según el organismo de control, estas soluciones deben estar soportadas en estudios de calidad, que incorporen el respectivo manual de mantenimiento, que garanticen obras de mediana o larga duración, y no sigan realizando inversiones deficientes, sin adecuado soporte técnico que conllevan a soluciones de pobres resultados y corta durabilidad, ante la cual presentan las consecuencias del invierno como excusa constante.

Según la Contraloría, dos conclusiones centrales surgieron de esta auditoría.

La primera tiene que ver con los tipos de obra que se adelantaron. Se encontraron casos donde son de menor calidad y, por consiguiente, en lugar de ahorrar recursos como usualmente se pretende, lo que se tiene a la larga es una vía deteriorada.

Lo otro es que muchas veces no se tiene información (o es muy general) de las características básicas de la vía a construir, en cuanto a longitud y ancho, así como características de los materiales que se tienen en la región y se pueden utilizar en los proyectos.

Ninguno de los 13 proyectos auditados se soporta en un inventario de vías, lo que impide realizar la adecuada intervención de las mismas.

Adicionalmente, los municipios donde se desarrollan los proyectos no presentan inventarios de red terciaria, una situación que llama la atención teniendo en cuenta la ejecución de los $1.38 billones provenientes de regalías que se ha empezado a ejecutar mediante el OCAD PAZ.

A todo lo anterior se suma la deficiente ejecución de los proyectos, la falta de seguimiento a los mismos, la inadecuada utilización de los recursos y los insuficientes presupuestos de las entidades territoriales para hacer mantenimiento de las vías, entre otras situaciones.

En desarrollo de la auditoría, se establecieron 36 hallazgos administrativos: 15 relacionados con requisitos técnicos y sectoriales, 6 hallazgos por el tema de sostenibilidad y 15 más relativos a pertinencia y consideración técnica de la obra civil.

En lo que tiene que ver con este último punto (soporte técnico), la auditoría realizada por la Contraloría determinó lo siguiente:

En proyectos viales donde se adoptó como solución la construcción de pavimento flexible y placa huella, se evidenciaron deficiencias constructivas y deterioro prematuro de la vía. Tal es el caso de los tramos viales en los municipios de la Jagua de Ibirico (Cesar) y La Florida (Nariño).

Se pudo evidenciar en los proyectos de inversión donde la solución adoptada consistió en mejoramiento de afirmado, que las vías mejoradas no cumplieron con su vida útil y en corto tiempo, máximo un año, acusaron un gran deterioro y aunque las mismas continúan en servicio, las deficiencias son crecientes y con notoria dificultad para la operación del tránsito automotor y movilidad de las comunidades.

Tal es el caso de las vías en los municipios de Majagual y Guaranda (Sucre), el Municipio de Arboleda (Nariño) y el municipio de Milán (Caquetá).

Se observó que las entidades ejecutoras, no realizan seguimiento y revisión periódica pos-contractual a la calidad de las obras que entregan los contratistas, conforme lo establece el numeral 4º, artículo 4º. de la Ley 80 de 1993, con lo cual se lograría impedir el deterioro progresivo en las vías y la consecuente pérdida de la inversión.

Tal es el caso de las vías en los municipios de Majagual y Guaranda (Sucre); y las veredas Yarí, Sardinata y San Antonio, en los municipios de Cumaral y Restrepo (Meta).

En la mayoría de los municipios visitados se encuentran que definen estudios y diseños para proyectos de vías terciarias que inician sin la suficiente maduración y calidad técnica requerida generando inconsistencia entre los mismos y la realidad física y económica de la región.

Las soluciones adoptadas en los proyectos de inversión no surgen de alternativas bien estudiadas, nunca muestran una segunda alternativa; y no disponen de información completa de las canteras y de la calidad de los materiales.

Además, en la ejecución de la obra se encuentra que son insuficientes los presupuestos que garantizan obras de calidad y duración, lo cual evidencia que las áreas técnicas y jurídicas de las administraciones municipales no cuentan con recurso humano de adecuado nivel para el manejo y materialización integral de los proyectos.

Lo anterior genera una inadecuada utilización de recursos y deficiente materialización del respectivo proyecto.

Entre los proyectos de ejecución deficiente está el contratado por el municipio de Majagual en La Mojana – Sucreña, por valor de $16.567 millones, que tuvo cambios durante su ejecución, del tipo de material de afirmado, principal actividad del contrato, pero según lo evidenciado y expresado por la comunidad, la duración de algunas vías intervenidas fue muy corta y otras no alcanzaron a utilizarlas.

En general, la Auditoría de Desempeño a Proyectos de Inversión en Vías Terciarias, financiados con recursos de regalías, determinó las siguientes situaciones:

*Los estudios previos y diseños propios de ingeniería para determinar las obras necesarias, atención de puntos críticos y sostenibilidad de la obra, cumplen con requisitos de presentación ante el OCAD, sin embargo, se evidenció que dichos estudios y diseños, la mayoría de las veces no tienen suficiente conocimiento del corredor vial a intervenir y calidad técnica, dado que una vez se inician las obras, surgen modificaciones sustanciales en especificaciones técnicas de construcción, calidad de materiales, actividades de obra y longitudes.

Estas modificaciones no sólo se traducen en un mayor plazo de ejecución, sino que llevan a que se tengan finalmente obras de regular calidad y baja durabilidad.

En varias oportunidades el estudio se realiza en forma simultánea a la obra, pero como resultan obras de mayor presupuesto, los ajustan en detrimento de la calidad y durabilidad de la misma.

A nivel municipal, se evidencia la ausencia de un inventario de vías terciarias que incluya los corredores viales de la respectiva jurisdicción, con sus características físicas básicas, económicas y sociales, lo cual contribuiría a un adecuado soporte de priorización de las inversiones, a una correcta escogencia de la alternativa de solución vial y a una mayor calidad de los estudios, diseños y presupuestos definitivos.

Con la ejecución de proyectos viales en pavimento rígido y flexible, en general, se lograron mejorar las condiciones para la circulación, tránsito y transporte de mercancías permitiendo así, un mejor acceso de insumos y una fácil salida de productos a los centros de comercio.

Adicionalmente, se les facilitó el acceso de servicios básicos a las comunidades, como salud y educación. Un departamento que ha sabido utilizar el pavimento flexible es el Meta, para cual utiliza residuos de petróleo (crudo de Castilla).

Se encontró que los municipios no realizaron labores de conservación y sostenibilidad a los proyectos de infraestructura vial ejecutados, ocasionando que estos bienes cada vez presenten desgaste prematuro y mayor deterioro de su estructura hasta llegar a la no utilización de la vía.
Este el caso de las vías de los municipios de Majagual y Guaranda (Sucre) y Arboleda (Nariño).

Un hecho que puede explicar esta situación, y es recurrente para la mayoría de este tipo de proyectos, es que los entes territoriales no destinan un rubro específico y con los recursos necesarios, que garantice el mantenimiento y sostenibilidad de las vías terciarias.

Es notoria la ausencia de selección objetiva de los contratantes, en los proyectos ejecutados. En la mayoría de los 12 procesos de selección que se abrieron para los contratos de obra, 11 por licitación pública, en su mayoría tuvieron un sólo proponente.

En los tres casos donde se presentó más de un proponente, las segundas y terceras ofertas no fueron calificadas por considerarse inhábiles (no cumplían los requisitos mínimos de estructuración de la oferta). De esta manera, sigue pendiente en los municipios auditados la tarea de lograr una participación plural de oferentes y asegurar la selección objetiva de las propuestas.

De acuerdo a lo observado en esta auditoría, la CGR considera importante realizar previo a la gestión de los recursos o a la iniciación de la materialización del proyecto de vía terciaria, para el caso de obras medianas o mayores a 5.000 salarios mínimos, la revisión de la ingeniería de detalle, es decir, de los diseños, especificaciones técnicas y planos que se tienen dispuestos para su construcción.

Y recomienda, adicionalmente que, si tal revisión no puede ser adelantada por un ente distinto al municipal, debería ser certificada por una persona acreditada y con experiencia en el sector de vías y diferente al autor o participantes en los estudios.

La evidencia obtenida por la CGR indica que son muchos los casos de vías terciarias donde las soluciones adoptadas y materializadas no son pertinentes o en los que su modificación durante su ejecución, no resulta de calidad ni durable.