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Vacaciones con niños: 5 tips para tener en cuenta

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Ahora que las familias empiezan a preparase para el descanso de fin de año surgen múltiples planes que brindan la oportunidad de que todos vivan una gran experiencia, aunque cada uno tenga diferentes propósitos.

Es posible que los mayores deseen descansar, mientras que los niños cuenten con suficiente energía para disfrutar sus días de descanso al máximo. ¿Cómo hacer que unos y otros vivan la mejor experiencia sin tener que sacrificar sus intereses? Al fin de cuentas, todos quieren recargar baterías y volver al trabajo o al estudio renovados. Entonces el secreto está en conciliar.

Para esto, hay que conocer los deseos de cada uno y analizar las opciones disponibles en todo sentido: el factor económico es importante, claro, y así mismo lo son las expectativas de los pequeños y los grandes, las limitaciones que alguno pueda tener en cuanto al tiempo, las facilidades de desplazamiento o el tipo de actividades que ofrece un lugar.

En todo caso, lo ideal es garantizar plena actividad diaria para no alterar las rutinas de sueño, así los niños consolidan sus hábitos saludables y no hay traumatismos al volver al colegio. Es la hora de compartir en familia y proponer actividades que fortalezcan las relaciones, para eso se debe escoger muy bien y analizar las distintas opciones existentes. Pensando en los intereses de todos los de la familia, la agencia de viajes online Despegar.com presenta cinco tips para que la temporada de vacaciones de fin de año sea inolvidable para toda la familia.

1. El destino es un asunto de todos. Definir el lugar en el que la familia compartirá la temporada de vacaciones es una tarea que resulta mejor si todos participan. Los niños se adaptan fácilmente siempre que haya lugares interesantes, con atractivos, bien sea de la naturaleza o creados para ellos. El clima, el acceso a los sitios de mayor interés, los tures diseñados para los grupos (adultos, niños o toda la familia), inciden en la decisión. Ni los niños ni los adultos mayores deben constituir un impedimento para elegir un lugar, basta con llegar a acuerdos y planear de qué manera va a disfrutar cada uno la estadía.

2. Actividades para todos y cada uno. Al elegir el sitio, es importante revisar si se organizan actividades para todas las edades o si la familia las puede llevar a cabo por cuenta propia. Es recomendable verificar que las excursiones se adapten a la capacidad física de cada uno e incluso se pueden programar actividades simultáneas para que unos y otros disfruten la misma jornada de un modo diferente.

3. Mantener una alimentación sana. En la temporada de descanso es normal que se alteren hábitos y horarios. Si se es cuidadoso, esto no tiene por qué afectar la salud. De todos modos, no sobra preguntar por los ingredientes y formas de cocción de algunos platos típicos que no correspondan al consumo habitual en la familia. Así se evitarán malestares e incluso intoxicaciones. Esto no quiere decir que deban perder la oportunidad de saborear nuevos productos; es parte del paseo conocer la gastronomía de la región que se visita.

4. Organización y flexibilidad. Las vacaciones rompen con la rutina… es quizá su principal objetivo. Así que vale la pena ser flexibles con los horarios de las comidas y el descanso nocturno. Siempre serán bien recibidas ciertas libertades como comer más de aquello que se prefiera o no comer lo que desagrada, o ir a la cama más tarde y madrugar menos, siempre que el plan diario lo permita.

5. Nuevas amistades. Cuando se conocen otros lugares, se coincide con muchas personas de otros sitios e incluso con los nativos. Así que es una ocasión valiosa para que los niños se relacionen y hagan amigos. Si saben cultivar esas nuevas amistades, atesorarán experiencias para compartir al regresar al colegio.