Ismael Ayende abrió la tarde con su psicodelia contemporánea mientras que el Circo del Cónsul se estableció como uno de los puntos de intimidad punkera más efervescentes de la jornada. Uno de los momentos más celebrados fue el show de Pornomotora en su vuelta a Colombia, festejando 20 años de carrera y homenajeando al rock nacional con joyas como “Soledad Criminal” de las 1280 Almas e infaltables de su repertorio como “Mantra”.
La lluvia fue una insistente compañera que se supo detener justo cuando 2 Minutos se tomaba el Main Stage. Mosca y compañía, entre retahílas y canciones de dos minutos llenaron el tanque de un público enamorado del pogo y la pasión. Asian Dub Foundation recogió los frutos y con un dub multiétnico demostró porqué es una de la favoritas del público colombiano. Entre tanto Los Suziox, Nanook el Último Esquimal y Teatro Unión jugaban con la diversidad en el Circo.
Llegaba el turno para Los Auténticos Decadentes y Bogotá se preparaba para un encuentro altamente deseado. Los argentinos vinieron con toda la pasión y la respuesta fue una audiencia entregada, desatada y extasiada. Fue un show contundente y filoso. La murga se vivió más que nunca. Ska P arremetió ya entrada la noche con, seguramente, su concierto más atronador en Colombia.
Pulpul, Joxemi y toda la banda vallecana hizo de la tarima un púlpito de opiniones políticas, sátira social y denuncia. Todo ello aderezado con 30 años de ska. Fue uno de los grandes momentos del 2018 en cuanto a espectáculos en vivo en Bogotá. Finalmente Café Tacvba cerró una jornada de pasión unificadora. Los mexicanos despidieron la noche con máscaras y una actitud que el público reconoció con altura, más allá de los gustos particulares.
Cosquín Rock Colombia demostró que la escena del rock más pasional aún tiene un largo camino por descubrir y el sueño de José Palazzo de hacer un Festival itinerante que una al rock latino en Córdoba, Santiago, Guadalajara, Lima, Asunción, Bogotá y cada rincón del continente. Cosquín Rock Colombia llegó para quedarse, establecerse y seguir rompiéndola.
