Este martes se conoció una carta de tres páginas enviada por los excomandantes de las Farc Iván Márquez; Hernán Darío Velásquez, ‘El Paisa’ y Henry Castellanos Garzón, ‘Romaña’, dirigida a alias ‘Jesús Santrich’, en la que cuestionan la implementación del acuerdo de paz firmado hace dos años con el gobierno de Colombia.

Los exjefes de las Farc señalan que la investigación contra Jesús ‘Santrich’ es un burdo montaje de la DEA y de la Fiscalía General de la Nación, e indican que al respecto no existen pruebas.

También indican que una eventual extradición de Santrich representaría el fracaso del proceso de paz.

Y precisan que: «Una eventual extradición tuya por cuenta de un burdo montaje judicial de la DEA y la Fiscalía, o la perpetuación injustificada de tu presidio, significarán el fracaso irremediable de la paz. Poco a poco se están cayendo las mentiras del Fiscal (Néstor Humberto) Martínez. Si no hay pruebas, contra ti, deben aplicarte el principio de favorabilidad produciendo tu excarcelación inmediata».

Además califican de intromisión injustificada, las intervenciones del embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.

Al respecto señalan en la carta: «Nos asombra la intromisión descarada del embajador de los Estados Unidos en los asuntos internos del país, sin que ninguna autoridad asuma la dignidad de la patria ni la voz de nuestra soberanía política y jurídica. Debiera el señor Whitaker actuar con el talante de los diplomáticos acreditados en Colombia que no se inmiscuyen en nuestros asuntos internos ni socavan la paz para derribarla».

Alias ‘Jesús Santrich’ se encuentra deteniso en la cárcel La Picota de Bogotá y es requerido en extradición por una Corte de los Estados Unidos por tráfico de estupefacientes.

Hacen referencia en su comunicación, al proceso de paz, diciendo: «Lo que hoy llaman acuerdo de paz no es el convenido por las partes en La Habana. Es un horroroso frankenstein santanderista. Comparémoslo con el texto del acuerdo del 24 de noviembre de 2016 refrendado por el Congreso de la República y podremos constatar que le cercenaron el alma y cambiaron su esencia por obra y gracia de la interpretación jurisprudencial, la implementación legislativa y la perfidia del Estado».

Y agregan que hay incumplimiento por parte del Estado, reclamando la libertad de alias ‘Sonia’, recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, tras haber sido deportada de Estados Unidos.

La misiva dice: «¿Por qué retienen todavía en las cárceles a guerrilleros de las FARC en contravía de lo pactado, que fue su libertad con el compromiso de sometimiento a la JEP? Si Sonia ya cumplió pena en los Estados Unidos ¿por qué no la liberan o por qué no la pasan a la JEP? Ella está hoy en huelga de hambre».

Y añaden respecto a la comparecencia voluntaria de civiles y militares, dentro del funcionamiento de la JEP, que:

«Las alteraciones al contenido del Acuerdo por parte del Estado son al mismo tiempo problemáticas como desconcertantes: Si la JEP se concibió para todas las partes involucradas en el conflicto ¿por qué excluyen de su competencia a los terceros que son civiles o agentes del Estado no pertenecientes a la Fuerza Pública que de alguna u otra manera victimizaron colombianos con sus determinaciones? Es necesario reiterarlo: la Jurisdicción Especial no fue acordada solamente para la guerrilla, sino para todos los actores del conflicto».

El pasado 11 de noviembre el presidente Iván Duque Márquez hizo una nueva y categórica advertencia a los cabecillas de las exFarc: Quienes no cumplan con los compromisos adquiridos, cometan actos ilícitos y reincidan en la criminalidad serán llevados ante la justicia ordinaria.

Al intervenir en la clase magistral del Foro de París sobre la Paz, el mandatario colombiano reafirmó su compromiso de apoyar a los desmovilizados que de manera auténtica estén cumpliendo con su proceso de reincorporación a la legalidad.

“Nosotros hemos visto personas que de manera auténtica están reincorporándose a la vida civil, y tengo un profundo compromiso con todas esas personas y quiero que sean exitosas”, señaló.

Explicó que “por eso es que, desde el primer día de mi administración, dije que todo aquel que se esté reincorporando de manera auténtica recibirá nuestro apoyo, a través de proyectos productivos, dándoles asistencia sicológica a aquellos que la necesiten, ayudándole a la gente que fue reclutada cuando eran niños y que han sufrido muchísimo en sus vidas personales por la violencia, para que ellos se desmovilicen, se desarmen y busquen un mejor futuro”.

En su intervención, el Mandatario destacó, por otra parte, el apoyo que organizaciones del sistema multilateral, como las Naciones Unidas, le han brindado a Colombia en distintos aspectos del proceso de desmovilización y reincorporación.

“Nosotros le hemos pedido al sistema multilateral que nos ayude y hemos recibido la asistencia de Naciones Unidas para que los proyectos productivos funcionen, para que la inversión en bienes públicos en zonas rurales sea exitosa y también para poder monitorear la forma en cómo nosotros vamos a proteger una paz duradera en Colombia”, precisó.

Posteriormente, en declaraciones ofrecidas a los medios de comunicación, el Jefe de Estado reiteró que la paz en Colombia se debe “construir entre todos, sobre los principios de verdad, justicia efectiva, reparación material, moral, económica y la defensa irrestricta de las víctimas y la no repetición”.