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Colombia pide respetar a Duque tras acusaciones de Maduro sobre «guerra imaginaria»

El Gobierno de Colombia exigió a la dictadura venezolana que respete al presidente Iván Duque, luego que Nicolás Maduro, acusara al mandatario colombiano de planear un complot junto a Estados Unidos para matarlo, lo que la Casa de Nariño calificó como una «guerra imaginaria».

Durante una rueda de prensa en el Palacio Miraflores, Maduro denunció que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, es el ‘cerebro’ de «un nuevo plan» coordinado junto a Colombia para derrocar a su Gobierno.

Tras los señalamientos, el Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del gobierno de Colombia, rechazó categóricamente las declaraciones de Nicolás Maduro contra Colombia, su presidente y sus autoridades nacionales.

La diplomacia colombiana además calificó de «irrespetuosas y calumniosas» las acusaciones de Maduro «sobre una imaginaria guerra que Colombia buscaría iniciar».

«Colombia es un país absolutamente respetuoso de las normas del Derecho Internacional y de los principios y costumbres que rigen las relaciones internacionales», reiteró la cancillería colombiana.

El Ministerio de Exteriores pidió una vez más a Maduro «respeto» hacia Duque en su calidad de «más alto representante del pueblo y del Gobierno de Colombia».

Además, reiteró que «el Gobierno continuará trabajando mediante mecanismos políticos y diplomáticos con la comunidad internacional, con el Grupo de Lima, con la OEA y demás organismos internacionales en busca de la restitución del sistema democrático en Venezuela».

No es la primera vez que Maduro denuncia la existencia de planes para acabar con su vida. De hecho, sostiene que el pasado 4 de agosto en Caracas fue víctima de un atentado fruto de una conspiración internacional, cuando dos drones explotaron en un acto militar que presidía desde una tribuna.

El Gobierno venezolano se apresuró a calificarlo de «intento de magnicidio», mientras que la oposición cree que es un montaje que le sirvió a Maduro como excusa para aumentar la represión.