Opinión

La playa, Sólo el comienzo

Por: Luis Eduardo Forero Medina
El tema playero ha cobrado importancia particularmente en la última década por tener que ver con considerable número de personas que habitan en su entorno; más del 90 % de todos los centros urbanos en el mundo son acogidos por las playas, gran parte ubicados a menos de kilómetro y medio de la orilla del mar.

Las mejores playas del planeta están en América Latina y el Caribe, y en los territorios clasificados como Estado insular en desarrollo (PEID); donde la gestión y de zonas costeras es deficiente, a excepción de Barbados; considerado un modelo de mejores prácticas para el Caribe, y que sin embargo “presenta una serie de vulnerabilidades relacionadas al medio ambiente”, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las cualidades de una playa saludable son aguas tranquilas y cristalinas, tibias; con arena blanca y un escenario tropical, donde se pueda practicar el snorkel y el buceo.
Uno de los principales problemas que afecta a las playas, es el aumento imperceptible del nivel del mar, originando la erosión costera. Los manglares y arrecifes de coral previenen las crecidas del mar. En Barbados, entre 2002-2009,se construyeron promontorios, espigones y muros de contención, pasarelas, rompeolas y un paseo marítimo, para contrarrestar ese problema.
Las playas también sufren por la insensibilidad de visitantes que dejan bacterias, virus y otros agentes patógenos en los residuos. Algunas veces ante la sorpresa de bañistas, a las playas llegan en embarcaciones poco seguras decenas de inmigrantes. Las medusas, algas y otras especies, a veces aguan el solaz descanso. Otra tormenta de las playas son los depredadores de huevos de tortuga marina; especie que nacen en la playa y desde allí inician su travesía al mar. 1.326 millones de turistas de turistas internacionales se movieron por el mundo el año pasado; 86 millones más que en 2016. El informe ¿«Overtourism»?, dado a conocer a mediados de septiembre de 2018 en Madrid (España), por la Organización Mundial del Turismo (OMT), señala que “el reciente crecimiento del turismo urbano exige que el sector garantice políticas y prácticas sostenibles que reduzcan al mínimo los efectos negativos del turismo en el uso de los recursos naturales, las infraestructuras, la movilidad y la saturación, así como su impacto sociocultural.”
Los pobladores de las playas, los mayores generadores de “empleos azules”, son los más afectados en eventos naturales como oleajes, marejadas e inundaciones. A una tormenta fuerte se asemejan las gigantescas olas cuando se aproximan a la costa. Son verdaderas “montañas de agua”, es el mar de leva arrasando con lo que encuentre a su paso. Como consecuencia de la marea roja en la primera semana de octubre de 2018, las playas públicas al norte de Haulover Inlet (Condado de Miami) están cerradas “hasta nuevo aviso”. Muchos peces murieron por esa marea que viene acompañada de inusuales batallones de algas microscópicas. También hay playas abandonadas, como la que en 1992 le cedió durante 99 años el Perú a Bolivia.
No es tremendismo, menos ciencia ficción, es “el cambio climático”, un estudio del Banco Mundial señala que Santo Domingo y Barranquilla, están entre las cinco ciudades más afectadas del mundo por el cambio climático para 2050, “si se mantiene el ritmo actual de subida de las aguas del mar”. Las otras son Alexandria (Egipto), Nápoles (Italia) y Sapporo (Japón). Joan Clos, secretario general de ONU- HABITAT, dijo en 2011 que “sectores complejos de las ciudades ubicadas junto al mar tendrán que ser abandonadas en el futuro”. El hombre se resiste a sospechar, por ejemplo un Caribe sin playas. Las ciudades costeras consideran dentro de sus planes territoriales el traslado de los aeropuertos cercanos a las playas.
Colombia tiene tres centenares de playas en los dos océanos, a lo largo de una línea de costa de más de 3.500 kilómetros. A principios de este año, las autoridades ambientales identificaron 86 puntos críticos afectados por la erosión costera, 56 en la costa caribe, 20 en el pacífico y 10 en las islas. De acuerdo al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Minam) , el 40% de la raya litoral está siendo afectada por la erosión costera. Las regiones más perjudicadas son Puerto Colombia (Atlántico); la zona costera del departamento de Córdoba; Turbo (Antioquia); la costa de Riohacha en La Guajira y el Urabá chocoano. En algunas regiones costeras a fin de evitar la erosión, construyen espolones en propiedades privadas; lo que supuestamente estaría agravando el fenómeno.
Las comunidades costeras y visitantes regularmente se asocian como voluntarios para limpiar playas; medida que per se no soluciona el problema porque la suciedad vuelve cuando crecen las olas y traen basura oceánica. La “guerra” , emprendida con guantes por los Baywatch, tiene su origen en el «Clean Up Australia» que hace 30 años se inició para asear las playas. El «Día Internacional de la Limpieza de las Costas», lo celebra desde 1991 la organización Ocean Conservancy. De esas dos iniciativas surgió en 1993 el programa «A Limpiar el Mundo» con el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por estos lares, cuando hay una bandera roja, significa prohibición de baño; Celeste, mar calmado; Negra, evacuación por posible tormenta eléctrica y
Blanca, un niño perdido.
@luforero4