El departamento de Cundinamarca, reportó que más de 200 hectáreas de bosque nativo han sido arrasadas a causa de los voraces incendios forestales registrados desde principios del 2019.

A pesar de la gravedad de la situación, los organismos de emergencia señalan que las conflagraciones no han cobrado ninguna víctima mortal.

En total 116 municipios de Colombia han visto su vegetación, cultivos y fauna en peligro por los incendios ocurridos debido a las altas temperaturas de la región. Sin embargo, y según fuentes oficiales, los bomberos han reportado que en 24 de las jurisdicciones las quemas han sido provocadas por factores humanos.

El Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca se encuentra en alerta y ha puesto a disposición sus 82 cuerpos y alrededor de 1.200 hombres que ya han controlado los incendios en Zipaquirá, Cajicá, Tabio, Sibaté, Pacho, Chía, Anolaima y Nemocón.

A pesar de las medidas de seguridad, la conflagración más grave se registró en San Mateo, Soacha, donde las llamas se han propagado debido al fuerte viento. Ahora, los especialistas tratan de salvaguardar las más de 14.000 hectáreas que componen los Cerros Orientales que rodean a Bogotá.