Así lo informó el Instituto de Protección y Bienestar Animal basado en una sentencia de la Corte Constitucional la cual ratifica a la Plaza de Toros de Santa María de la ciudad capital como un escenario público por lo tanto «las autoridades distritales están obligadas a prestar para la realización de corridas de toros»Con enorme satisfacción, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal recibió el anuncio del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de la cancelación de la temporada taurina en esa ciudad. Sin embargo aclaró que en el caso de Bogotá la medida no se puede llevar a cabo debido a la sentencia T-296 de 2013 proferida por la Corte Constitucional, que obliga al Distrito a prestar el escenario para la realización de las corridas de toros.

«Es importante recordar de una parte, que en diciembre de 2018 el Centro de Espectáculos La Macarena de Medellín pasó a manos de un operador privado que adquirió el 51% de sus acciones y, de otra, que la sentencia de la Corte que obliga a Bogotá a permitir las actividades taurinas se mantiene vigente y no existen pronunciamientos que la revoquen o modifiquen». explico el Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa.

En Medellín ell dueño mayoritario de la plaza LaMacarena decidió no alquilarla para corridas de toros. Desafortunadamente en Bogotá una orden de la Corte Constitucional nos obliga a alquilar La Santamaría para estos espectáculos que rechaza la mayoría de los ciudadanos

— Enrique Peñalosa (@EnriquePenalosa) January 10, 2019

A su turno,  Clara Sandoval, directora del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal. “En Bogotá la plaza de toros es pública y por orden de la Corte estamos sometidos no solo a prestarla para la temporada taurina, sino también a abtenernos de adelantar cualquier tipo de actuación administrativa que impida, obstruya o dilate dicha orden. Quisiéramos que la Corte hubiese fallado en otro sentido, porque el dolor de los animales es nuestro dolor, pero no tenemos ninguna opción legal para oponernos a cumplir la sentencia. Ojalá el Congreso de la República tome pronto cartas en este asunto para que se ponga fin definitivamente, en Bogotá y en todo el país, a esta práctica cruel”.