Opinión

¿Seguiremos creyendo en sandeces?

Por Mauricio Botero Caicedo
Hoy, con motivos del criminal y cobarde atentado esta mañana en la Escuela General Santander, me llegó la siguiente petición que bien describe lo ocurrido: “En el día de hoy, 17 de enero, explotó un carro bomba en la Escuela Militar General Santander, dejando como resultado 8 muertos y varias personas heridas. Estos lamentables hechos afectan la estabilidad de nuestro país. Por eso, debemos unirnos como colombianos y rechazar estos actos de violencia.

El terrorismo no puede volver a formar parte de nuestra cotidianidad y hacernos vivir con miedo. Repudio total a estos hechos y solidaridad con la policía, las víctimas y sus familias. No especulemos, pidamos justicia e investigación. Que estos hechos no se conviertan en motivos para continuar con la polarización que está sufriendo nuestro país. Unámonos como colombianos y pidamos justicia sin banderas políticas.»

Para el autor de esta nota la razón principal de este atentado es que en el gobierno pasado se tomó la decisión de no seguir combatiendo el terrorismo porque Juan Manuel Santos, a raíz del Acuerdo de La Habana, había acabado con 50 años de guerra y en el país reinaba la paz. ¿Acaso a Santos no le dieron el Premio Nobel de la Paz?

La verdad es que el terrorismo está vivo. El Índice de Terrorismo Global del ‘Institute for Economics and Peace’, que estudia la evolución del terrorismo en el mundo, reveló que Colombia es considerado un país en el que el terrorismo tiene un “alto impacto”, situándose en el puesto 27 de los 163 países que el estudio analiza. Llegando a 59 muertes por terrorismo en 2017, 27 más que en 2016. El informe señala que el Ejército de Liberación Nacional – ELN, es el grupo terrorista más activo de la región tras “el alto al fuego y la firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”.“El ELN se ha apoderado del vacío dejado tras la desmovilización de las FARC y ha tomado el control de zonas de Río San Juan”, indica el estudio, y agrega que “disidentes de las FARC continúan activos y son responsables de once muertes relacionadas con el terrorismo con 2017”.

Si los colombianos no despertamos, y dejamos de creer las sandeces que pregonaba el gobierno anterior, vamos inexorablemente a sucumbir en las garras del terrorismo.