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Papa Francisco ora por víctimas de atentado terrorista en Escuela de Policía en Colombia

Foto Vaticano News
–Durante el rezo del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco oró por las víctimas del ataque terrorista en Colombia contra la academia de la Policía Nacional y también expresó su pesar por los muertos en los naufragios en el Mediterráneo. También pidió oraciones por su visita a Panamá.

En su mensaje frente a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Pontífice recordó, con mucho sentimiento, los dos dolores que hay en su corazón: Colombia y las 170 víctimas del Mediterráneo.

Tuvo presente a las víctimas del atentado a la Escuela de Policía en Colombia.

«Ruego por las víctimas y sus familias», precisó.

«Y sigo orando por el camino de paz en Colombia», complementó.

También por las víctimas de un naufragio en el Mediterráneo: «pienso en las 170 víctimas del Mediterráneo. Son víctimas de traficantes de seres humanos». Y pidió orar por todos.

Este es el segundo pronuciamiento que hace el Papa Francisco sobre el atentado terrorista perpetrado en la capital de Colombia. Tal como lo registramos oportunamente aquí en la web de Radio Santa Fe, el pasado viernes, el Papa Francisco envió un telegrama al Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar Gómez, en el cual expresa su “más profundo pesar por las víctimas que han perdido la vida en una acción tan inhumana” y ofreciendo sufragios por su eterno descanso.

El mensaje llegó al día siguiente del letal atentado en la Escuela de Policía General Santander, en donde un carro bomba estalló en el estacionamiento de la Escuela dejando un saldo de 21 muertos, incluido el terrorista, además de 68 heridos.

El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin escribió en nombre del Romano Pontífice:

“Ante la noticia del cruel atentado terrorista que ha sembrado dolor y muerte a la ciudad de Bogotá, el Papa Francisco expresa su más profundo pesar por las víctimas que han perdido la vida en una acción tan inhumana y ofrece sufragios por su eterno descanso. En estos momentos de conmoción y tristeza, quiere hacer llegar también su apoyo y cercanía a los numerosos heridos, a sus familias y a toda la sociedad colombiana”.

Agrega que “el Santo Padre condena una vez más la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al Creador y eleva su oración al Señor para que ayude a perseverar en la construcción de la concordia y la paz en ese país y en el mundo entero”.

“Con estos deseos, Su Santidad invoca sobre todas las víctimas, sus familiares y el querido pueblo de Colombia, la Bendición Apostólica”, concluye el mensaje.

Este domingo en el Ángelus, tras la recitación de la oración mariana, el Papa recordó a los fieles en la Plaza de San Pedro que viajaría a Panamá, para la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar del 22 al 27 de enero. «Te pido», dijo, «orar por este evento tan hermoso e importante en el viaje de la Iglesia».

Durante el discurso del Ángelus, el Papa señaló que la próxima semana verá la publicación del Mensaje para el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales, que este año contiene una reflexión sobre las comunidades de la red y la comunidad humana. Dijo que “Internet y las redes sociales son un recurso de nuestro tiempo; una oportunidad para estar en contacto con los demás, compartir valores y proyectos y expresar el deseo de cultivar comunidades «.

El Papa Francisco también recordó el primer Día Internacional de la Educación, establecido por las Naciones Unidas para destacar y promover el papel esencial de la educación en el desarrollo humano y social, que se celebra el 24 de enero. En este contexto, dijo, “aliento los esfuerzos de la UNESCO para hacer que la paz crezca en el mundo a través de la educación, y espero que sea accesible para todos y que sea integral, libre de colonización ideológica. Una oración y un deseo a todos los educadores: buen trabajo ”.

El pontífice finalizó este momento de oración saludando a “los grupos parroquiales de Barcelona y de Polonia; a los alumnos y profesores de Badajoz, España; y las numerosas chicas de Panamá – ¡han venido a llevarme!

Saludo a los fieles de Nereto y de Formia; y los de los Santos Fabián y Venancio en Roma; y a los jóvenes de San José de la Paz en Milán.

Un saludo especial a la Asociación Italiana Amigos de Raúl Follereau y a las personas enfermas de lepra, así como a cuantos le están cercanos en su camino de sanación y de rescate humano y social.

«Deseo a todos un feliz domingo. Por favor no se olviden de rezar por mí”, concluyó.

En la oración del Angelus de este día, el Papa Francisco, retomando al evangelista Juan, en el pasaje de las bodas de Caná, destacó cómo se estipula una Nueva Alianza y a los servidores del Señor, o sea a toda la Iglesia, se les confía la nueva misión: “Hagan lo que él les diga”, tal como lo afirmó en ese momento la madre del Salvador.

A partir de este domingo, hemos dejado el tiempo litúrgico de Navidad y hemos comenzado el “ordinario”, dijo el Papa, es el tiempo para seguir a Jesús en su vida pública y en la misión por la cual el Padre lo envió a este mundo.

Comentó el Papa Francisco que “En el Evangelio de hoy (cf. Jn 2, 1-11) encontramos el relato del primero de los milagros de Jesús, que el evangelista Juan llama «señales». El primero de estos prodigiosos signos tiene lugar en el pueblo de Caná, en Galilea, durante una fiesta de bodas. No es casual que al comienzo de la vida pública de Jesús haya una ceremonia de boda, porque en Él Dios se ha casado con la humanidad».

El Papa invitó a contemplar cómo en Jesús, “Dios se ha casado con la humanidad: esta es la buena noticia, aunque los que lo han invitado aún no saben que en su mesa está sentado el Hijo de Dios y que el verdadero novio es Él. De hecho, todo el misterio del signo de Caná se basa en la presencia de este novio divino que comienza a revelarse”.

En este contexto, retomó el Papa, “Jesús se manifiesta como el novio del pueblo de Dios, anunciado por los profetas, y nos revela la profundidad de la relación que nos une a él: es una nueva Alianza de amor”.

Advirtió el Papa que “Al convertir en vino el agua de la tinaja utilizada «para la purificación ritual de los judíos» (v. 6), Jesús hace un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en el Evangelio, portador de alegría”.

La actitud de María debe ser nuestra actitud de Iglesia: confiada pero activa. Supone el milagro, pero también supone nuestra acción, precisó.

El Papa reflexionó: “Las palabras que María dirige a los sirvientes vienen a coronar el cuadro conyugal de Caná: «Lo que él te diga, hazlo» (v. 5). Incluso hoy, la Virgen María nos dice a todos: “Hagan lo que él les diga”. Estas palabras son una herencia valiosa que nuestra Madre nos ha dejado. Y los siervos obedecen en Caná. Jesús les dijo: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo”.

La respuesta es la sorpresa alegre: “has guardado el vino mejor hasta ahora”. (v. 10).

Francisco profundizó en esta reflexión y animó a todos a que cuando «el vino personal se nos termine», busquemos a María. Ella será portadora de nuestra necesidad y nos dirá: «Hagan lo que Jesús les diga». El camino para colmar nuestras necesidaddes es Jesús. Él nos dará la alegría del vino nuevo, de la vida nueva.

En esta boda, afirmó el Papa, “realmente se estipula una Nueva Alianza y a los servidores del Señor, o sea a toda la Iglesia, se les confía la nueva misión: “Hagan lo que él les diga”. Servir al Señor significa escuchar y practicar su palabra. Es la recomendación simple y esencial de la Madre de Jesús, es el programa de vida del cristiano”.