Las labores de búsqueda y rescate de víctimas, tras el colapso de una presa en la localidad brasileña de Brumadinho, en Minas Gerais, fueron suspendidas este domingo ante la amenaza de ruptura en una segunda presa, lo que generó a la evacuación de al menos 24.000 personas.

El jefe del servicio de bomberos voluntario Fabricio Oliveira señaló: «Estoy esperando que podamos reanudar la búsqueda». Los bomberos de Minas Gerais e integrantes de la Defensa Civil evacuaron la zona del valle donde ocurrió la tragedia el viernes ante el temor a que pudiera repetirse un accidente.

Por ahora, el número de fallecidos se mantiene en 40 y el número de desaparecidos ronda los 280. El último balance eleva a 166 el número de trabajadores de Vale, la operadora de la presa, que han desparecido y a 130 las personas ajenas a la minera que aún no han sido localizadas. En cuanto a los 176 evacuados con vida, 23 están hospitalizados.

Las operaciones de búsqueda y rescate han sido temporalmente suspendidas.

La presa que colapsó era usada para la recirculación del agua en una planta de contención de residuos para sucesos de emergencia. En la página web de Vale figura que podía contener hasta un millón de metros cúbicos.

El Gobierno de la región de Minas Gerais impuso una multa de 99 millones de reales brasileños –equivalentes a unos 23 millones de euros– a la empresa propietaria de la mina por los daños causados por el colapso de la presa.

Fotografías publicadas por diversos medios de comunicación y en las redes sociales muestran la zona río abajo llena de agua y lodo. Se teme que varias viviendas hayan quedado sepultadas.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha dicho a través de la red social Twitter «lamentar» el suceso y ha resaltado que «la mayor preocupación en estos momentos es atender a las eventuales víctimas de esta grave pérdida».