Internacional

Papa Francisco a los jóvenes: Ustedes no son el futuro, son el presente

Foto Vaticano News
–En su última homilia en Panamá el Papa Francisco les dijo a los jóvenes del Mundo: Ustedes, queridos jóvenes, no son el futuro. Nos gusta decir: “Ustedes son el futuro…”. No, son el presente. No son el futuro de Dios, ustedes jóvenes son el ahora de Dios. Él los convoca, los llama en sus comunidades, los llama en sus ciudades para ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie junto a ellos, tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó».

La última cita del Papa fue con 15.000 voluntarios reunidos en el estadio Romel Fernández. Después de agradecerles por el trabajo que realizaron, Francisco se dirigió al Aeropuerto Internacional de Tocumen para retornar al Vaticano.

El Pontifice expresó además: No mañana, ahora, porque allí , ahora, donde está tu tesoro está también tu corazón (cf. Mt 6,21); y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, de alegría y de gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo (cf. Pedro Arrupe, S.J., Nada es más práctico). Podremos tener todo, pero, queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. ¡La pasión del amor hoy! ¡Dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana!

Al final de la celebración, el Papa dio gracias a Dios «por habernos dado la posibilidad de compartir estos días y vivir nuevamente esta Jornada Mundial de la Juventud».

De modo particular agradecio la presencia en esta celebración del Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, como también la de Presidentes de otras naciones y la de las demás autoridades políticas y civiles.

Agradezco a Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, su disponibilidad y su buen hacer al acoger en su Diócesis esta Jornada, así como a los demás obispos de este país y de los países vecinos, por todo lo que han realizado en sus comunidades para dar cobijo y ayuda a tantos jóvenes.

Gracias a todas aquellas personas que nos han sostenido con su oración, y que han colaborado con su esfuerzo y trabajo para hacer realidad este sueño de la Jornada Mundial de la Juventud en este país.

Y a ustedes, queridos jóvenes, un grande «gracias». Su fe y su alegría han hecho vibrar a Panamá, a América y al mundo entero. Como tantas veces escuchamos durante estos días en el Himno de esta jornada: “Somos peregrinos que venimos hoy aquí desde continentes y ciudades”. Estamos en camino, sigan caminando, sigan viviendo la fe compartan la fe. Y no se olviden que no son el mañana, no son el “mientras tanto” sino el ahora de Dios.

Ya se ha anunciado la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Les pido que no dejen enfriar lo que han vivido durante estos días. Vuelvan a su parroquias y comunidades, a sus familias y a sus amigos, transmitan lo que han vivido, para que otros puedan vibrar con esa fuerza y con esa ilusión concreta que ustedes tienen. Y con María sigan diciendo “sí” al sueño que Dios sembró en ustedes.

Y, por favor, no se olviden de rezar por mí».

La compañía aérea Avianca ha sido la encargada de transportarlo de regreso al Vaticano en un avión que partió a las 18:25, hora local.

Acudieron a despedir al Pontífice, el Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela acompañado por su esposa y el séquito presidencial. Por su parte, la banda nacional interpretó el himno de la JMJ «Hágase en mí según tu Palabra», así como el himno nacional Vaticano y Panameño.

Antes de partir, el Papa saludó a un grupo de fieles emocionados que le agradecieron su visita. Un gesto más de cercanía, de los muchos que ha tenido Francisco a lo largo de estos días y que le han permitido conectar espiritualmente con los peregrinos de la JMJ.

El Sucesor de Pedro se despidió de este pueblo que lo ha recibido con los brazos abiertos y regresa a Roma, «con el corazón rejuvenecido», lleno de la fe y la esperanza que le «han contagiado los jóvenes del mundo».