En épocas de frio y lluvia es muy común encontrar gatos en los motores de los carros, el capó e incluso en las llantas. Ellos buscan lugares calientes para refugiarse del difícil clima.
Lo que muchas personas desconocen es que este hábito representa un peligro para la vida de los felinos.
El caso más reciente es el de Oliver, un gato de pocos meses que quedó atrapado en el motor de un carro y sufrió heridas en una de sus patas luego de que el conductor pusiera en marcha el vehículo sin percatarse de la presencia del animal.
De inmediato la comunidad reportó el caso a la Línea de Emergencias 123. Al lugar llegó el equipo de Urgencias Veterinarias del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, para atender al gato que estaba en muy mal estado. Oliver fue trasladado a una clínica veterinaria en donde tuvieron que amputar su pata delantera izquierda debido a la gravedad de sus heridas.
A pesar del trauma físico y emocional, los cuidados y el amor que ha recibido por parte de los veterinarios han permitido que Oliver afronte muy bien su proceso de recuperación. A pocas semanas de lo sucedido, el gatito juega y corre, sin embargo, deberá seguir rehabilitándose para que pueda moverse naturalmente muy pronto.