Bogotá

Así se salvó ´Oliver´, un gatito que había quedado atrapado en el motor de un carro

Foto: Instituto de Protección Animal
En épocas de frio y lluvia es muy común encontrar gatos en los motores de los carros, el capó e incluso en las llantas. Ellos buscan lugares calientes para refugiarse del difícil clima.

Lo que muchas personas desconocen es que este hábito representa un peligro para la vida de los felinos.

El caso más reciente es el de Oliver, un gato de pocos meses que quedó atrapado en el motor de un carro y sufrió heridas en una de sus patas luego de que el conductor pusiera en marcha el vehículo sin percatarse de la presencia del animal.

De inmediato la comunidad reportó el caso a la Línea de Emergencias 123. Al lugar llegó el equipo de Urgencias Veterinarias del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, para atender al gato que estaba en muy mal estado. Oliver fue trasladado a una clínica veterinaria en donde tuvieron que amputar su pata delantera izquierda debido a la gravedad de sus heridas.

A pesar del trauma físico y emocional, los cuidados y el amor que ha recibido por parte de los veterinarios han permitido que Oliver afronte muy bien su proceso de recuperación. A pocas semanas de lo sucedido, el gatito juega y corre, sin embargo, deberá seguir rehabilitándose para que pueda moverse naturalmente muy pronto.

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Recomendaciones…
Para evitar más casos como el de Oliver, es importante que los conductores recuerden que hay gatos de calle que se refugian en los vehículos, por eso, si sospecha de un caso similar, antes de subirse al carro es aconsejable dar uno o dos golpes al capó o tocar la bocina del vehículo antes de encender el motor para que el animal tenga tiempo de salir del lugar. Estas sencillas acciones podrían salvar una vida.

Si se da cuenta de que hay un animal refugiado en algún automotor, trate de aludirlo para que salga de allí, si no puede, deje una nota en el parabrisas del vehículo para alertar al conductor. Tenga en cuenta que el animal corre riesgo por las heridas que pueda sufrir en el motor, o incluso por asfixia, dado el poco espacio en el que pueden ubicarse.