Ciencia y Tecnología

En Universidad Nacional de Colombia diseñan traje espacial

Prototipo de traje espacial y un dron. Foto Nicolás Bojacá
–Dante Rafael Rubio, un estudiante de bachillerato que participa en el Diplomado sobre Desarrollo de Habilidades para la Cuarta Revolución Industrial, organizado por la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), diseñó un traje espacial que planea poner a consideración de la NASA.

En dicho diplomado, realizado por la Facultad de Ingeniería, el joven trabaja además en otros proyectos como un dron para medir la calidad del aire, y en una prótesis capaz de sustituir movimientos musculares.

“Más allá de un prototipo funcional, lo que pueden ver hasta ahora es una muestra de la forma que tendría el traje que estoy elaborando, con la expectativa de reemplazar los trajes extravehiculares que se utilizan en la Estación Espacial Internacional, cuyo diseño data de la década de los ochenta”, explica.

Aunque durante el proceso que se ha llevado a cabo con profesores de la U.N. el estudiante había demostrado tener dotes excepcionales en programación, el proceso le ha permitido contar con herramientas adicionales para abordar problemas complejos.

Hasta el momento ha desarrollado una serie de simulaciones computarizadas para evaluar tanto la eficiencia de los sistemas electrónicos, eléctricos y mecánicos como la resistencia del conjunto del traje en ambientes como el de Marte y el espacio exterior.

El equipo está acompañado por un dron reprogramado para volar según la presión barométrica y atmosférica del ambiente marciano, con el fin de analizar aspectos asociados con el nivel de radiación, junto con la presencia de gases como carbono, metano y butano.

Detalles del traje

El traje espacial está conformado por cuatro capas superpuestas, la primera de las cuales es una funda de cuerpo completo, similar a una piyama enteriza hecha con materiales conocidos como kevlar y neopreno, los cuales resisten altas y bajas temperaturas extremas, además de generar la presurización requerida para que el usuario se desenvuelva fuera de un ambiente artificial.

En vez de llenarlo con oxígeno puro, la propuesta del estudiante es hacer un vacío de la funda para que se adhiera al cuerpo y genere la presión requerida para ejecutar movimientos con mayor grado de libertad.

“El conjunto de la funda está concebido para mantener una temperatura interna entre los 28 y 35 oC, además de estar equipado con una serie de sensores para monitorear el estado físico del astronauta, gracias al análisis en tiempo real de pulso cardiaco, presión arterial y actividad muscular”, destaca.

La segunda capa tiene un sistema de potencia mecánico ideado para facilitar los movimientos del astronauta, a partir de un conjunto de sensores mioeléctricos y pequeños motores de alta velocidad, que al identificar la intención del usuario se active el movimiento que se deberá ejecutar, gracias a su ubicación estratégica en columna vertebral, bíceps, tríceps, antebrazos, pantorrillas y muslos.

La tercera capa albergará los componentes eléctricos y electrónicos del traje, de tal manera que se puedan integrar tanto al sistema de soporte vital como a sensores que midan el estado del traje y el ambiente exterior, junto con unas tarjetas especiales que le darán un mayor grado de precisión a las actividades que se quieran realizar con manos y brazos.

Complementa el diseño una última capa blanca muy similar a la de los trajes convencionales, junto con un casco inspirado en la película Iron Man, una de cuyas novedades sería la incorporación de una interfaz visual acoplada a un miniproyector que se podría observar sobre un visor elaborado en policarbonato, el cual se activaría mediante comandos de voz.


La estrategia de formación de la Facultad de Ingeniería ha sido concebida para que los niños desde los cinco años desarrollen diversas destrezas y habilidades en torno a la Cuarta Revolución Industrial, a partir de la metodología de aprendizaje en problemas, asociada con temas complejos como el uso de lenguaje matemático a través de ecuaciones, teoría de conjuntos y redes.

“Con una duración de 120 horas y tres módulos, el Diplomado busca abarcar problemas complejos producto de la interpretación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, a partir de actividades asociadas con el uso de las matemáticas y del arte”, explica el profesor John Freddy López, director académico del programa.

Además de un proyecto como el del traje espacial, los estudiantes tienen el compromiso de presentar un documento que sintetice la investigación realizada, junto con una serie de presentaciones cortas sobre el problema y sus posibles soluciones. (Información y fotos Agencia de Noticias U.N.).