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Supersalud liquida la EPS Comfacor por «poner en riesgo la salud y la vida de los usuarios»

Foto Supersalud
–Bajo el argumento de “poner en riesgo la salud, la vida de los usuarios y los recursos del sistema», la Superintendencia Nacional de Salud decidió liquidar el programa de salud -la EPS- de la Caja de Compensación Familiar de Córdoba, Comfacor, que opera también en los departamentos de Atlántico, Magdalena, Cesar, Bolívar y Sucre.

A partir del 1º de abril, la EPS Comfacor dejará de prestar servicios de salud en los 74 municipios de los seis departamentos donde opera actualmente, notificó este martes el Superintendente Fabio Aristizábal Ángel.

Además, envió un mensaje a los afiliados: “Los usuarios no deberán verse afectados. Comfacor deberá continuar prestando sus servicios hasta el 31 de marzo con normalidad y a partir del 1 de abril los servicios serán prestados por las EPS receptoras”.

El organismo de control revocó de manera total la autorización de funcionamiento del programa de salud de la Caja de Compensación Familiar de Córdoba, Comfacor, que tiene 540 mil 303 afiliados, de ellos 528 mil 855 del régimen subsidiado y 11 mil 448 del contributivo.

Según Artizabal Ángel, los principales motivos que llevaron a ordenar la liquidación de Comfacor, que está bajo medida preventiva especial de vigilancia por parte de esta Superintendencia, desde el 4 de agosto de 2016. fueron los de poner en riesgo la salud y la vida de los usuarios, y los recursos del sistema, fueron los principales motivos que llevaron a la liquidación del programa de salud de esta Caja de Compensación,

El superintendente detalló así las irregularidades encontradas:

-No hay cobertura del 100 por ciento de todos los servicios, en la totalidad de los municipios en los cuales opera.

-Deficiencias en el proceso de atención de maternas y recién nacidos y bajo cumplimiento en la oportuna detección de cáncer de cuello uterino, así como mortalidad materna elevada.

-Baja cobertura en la unidad de cuidados intensivos pediátricas (53 %) y en las patologías específicas de alto costo: oncología adultos (77 %), oncología pediátrica (61 %), hematología (46 %), quimioterapia (77 %) y en el servicio de radioterapia con (46 %).

-Restricción en el acceso a los servicios de salud, la deficiente atención en salud, la falta de oportunidad para la atención y la demora en autorizaciones, de acuerdo con las quejas de los afiliados.

-Incumplimiento de las condiciones financieras y de solvencia (capital mínimo, patrimonio adecuado e inversión de las reservas técnicas).

-Presentar indicadores de liquidez negativos, un nivel de endeudamiento del 11,97 % y un capital de trabajo de menos de $362.000 millones, es decir, no tiene recursos para cumplir con sus obligaciones a corto y mediano plazo.

Además, se evidenció la concentración de giros y pagos realizados mediante giro directo, privilegiando a la red privada y no a la pública como lo establece la Ley.

Entre los giros programados se evidencia la concentración en 23 instituciones prestadoras de servicios de salud presuntamente vinculadas con los denominados carteles de la hemofilia, terapias ABA y la falsificación de medicamentos de alto costo. Estos hallazgos fueron puestos en conocimiento de los entes de control.

La Supersalud también tuvo en cuenta en sus análisis el informe de la Contraloría General de la República, que en una visita realizada entre el 9 y 19 de julio de 2018 hizo preocupantes hallazgos, como la utilización de los dineros de la salud para el pago de publicidad, honorarios por administración delegada (lo cual no es permitido), gastos de nómina extralegales (lo cual está prohibido utilizando los recursos de la salud) y hasta patrocinios de campeonatos de fútbol, reinados de belleza, un torneo de boxeo y la fiesta del Río Sinú, entre otros eventos ajenos al servicio de salud para sus afiliados.

“Esta es una de las EPS a las que se le dio oportunidad de corregir el rumbo y no lo hizo. Dos años y medio de intervención, tres prórrogas a la medida preventiva especial de vigilancia y no mejoró”, afirmó Fabio Aristizábal, quien a su vez dio un parte de tranquilidad a los afiliados al programa de salud de Comfacor, a quienes instó a no angustiarse con la medida.

“Cuando la Superintendencia entra a retirar una EPS de una o varias regiones, estamos actuando para corregir el rumbo, para defender la salud y la vida de los colombianos; tengan la seguridad de que pasarán a una mejor EPS”, puntualizó Aristizábal Ángel.

Respecto a las disposiciones que tendrá cumplir Comfacor para los afiliados, el Superitendente indicó:

-Deberá iniciar el proceso de asignación de usuarios a las EPS receptoras autorizadas por la Supersalud que operan en la región, sobre las que no hay ninguna medida de vigilancia especial por parte de la Supersalud: Mutual Ser, Nueva EPS, Cajacopi y Coosalud.

-A partir del 1 de abril, cuando se haya dado el traslado de los afiliados a las otras EPS, Comfacor deberá interrumpir de forma inmediata la prestación de servicios, fecha en la que ya ha debido informar a los usuarios a qué EPS fueron trasladados.

Estableció igualmente que tanto Comfacor como las EPS que los acojan, deberán garantizar la continuidad de aquellas autorizaciones, cirugías y tratamientos que están aprobados o en curso y la prestación de los servicios sin afectar sus derechos en salud.

Finalmente indicó que para saber a qué EPS fue asignado los afiliados también podrán consultar la página web de Comfacor y de las de las EPS receptoras, acudir a su secretaría de salud o ingresar a www.supersalud.gov.co, en donde se publicará esta información.

El superintendente aclaró que la Caja de Compensación Familiar, Comfacor, como tal, seguirá funcionando normalmente. La que se liquida es la EPS.