Salud

La obesidad infantil se disparó en los últimos cinco años

El consumo de azúcar y calorías en los colegios es uno de los temas que más preocupan a las autoridades de salud y educación del país. Las instituciones educativas se encuentran constantemente realizando diferentes programas para que sus estudiantes y padres de familia sean cada día más conscientes de la importancia de llevar una alimentación balanceada y saludable en las loncheras, con el fin de que éstas sean un complemento en la nutrición más no un reemplazo de comidas como el desayuno o el almuerzo.

Recientes estudios realizados por el programa de sustentabilidad del colegio Gimnasio Moderno, encontraron que los altos niveles de consumo de azúcar no contribuyen a la concentración de los niños en las clases; los síntomas de la hiperactividad se elevan y con ello empiezan los problemas disciplinarios. De la misma manera, los resultados evidenciaron que dictar una clase luego del recreo es mucho más difícil que en horas de la mañana.

Por esta razón, Camilo De-Irisarri, director del departamento de comunicaciones del colegio Gimnasio Moderno, junto con el área de nutrición de la misma institución, comparten las siguientes recomendaciones para que los padres de familia aprendan a organizar una lonchera saludable para sus hijos y que los colegios también puedan ser parte de ese proceso:

Primero, es importante entender que una lonchera debe tener alimentos de fácil preparación, que sea práctica de llevar, es decir, con el uso de envases simples e higiénicos y además que se eviten preparaciones grasosas y abundantes.

· Incluir todos los grupos alimenticios: Las loncheras deben incluir una proporción equilibrada de frutas, lácteos o derivados, cereales, verduras, carnes y huevos. Si estas contienen el porcentaje adecuado de estos alimentos, esto favorecerá el crecimiento y el desarrollo de los niños, así como la creación de buenos hábitos alimenticios.

· Restringir el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas: Es necesario que en los colegios no se promueva el consumo de estos productos, una buena táctica es no vender bebidas azucaradas en las tiendas escolares y reducir al máximo la venta de alimentos empacados.

· Proporcionar bebederos de agua potable: Para que los niños y adolescentes de los colegios no tengan la necesidad de comprar jugos, gaseosas y derivados, es oportuno que las instituciones ofrezcan bebederos de agua potable en diferentes lugares de las instalaciones. Tal es el caso del Gimnasio Moderno en donde los niños encuentran en el agua la mejor opción para hidratarse y alejarse de las bebidas gaseosas lo que ha resultado favorable para su salud.

Respecto a esta problemática de carácter generalizada, es necesario que las instituciones educativas, los profesionales de la salud y padres de familia, creen herramientas y programas contundentes que ayuden a construir una relación positiva hacia una buena nutrición. El Gimnasio Moderno ha sido una de las instituciones más comprometidas con respecto a las intervenciones en educación nutricional. Desde la Asociación de Padres se han creado 60 menús saludables y nutritivos que le ayudan a las familias en la difícil tarea que resulta preparar las loncheras de los niños.