Opinión

La distinguida oncóloga Delcy Rodríguez

por: Mauricio Botero Caicedo
No nos digamos mentiras…los chavistas son gente muy afortunada ya que en cabeza de una misma persona, Delcy Rodríguez, se ubican dos funciones extraordinarias: la vice – presidente de la República Bolivariana de Venezuela y un reconocida oncóloga a nivel mundial.

Doña Delcy, en su calidad de vice – presidente y de autoridad médica mundial ha declarado que la Ayuda Humanitaria de los países donantes, que sigue esperando ingresar a Venezuela, produce cáncer. Así de claro: doña Delcy – sin ruborizarse, con claridad meridiana, y sin que le tiemble la voz – respalda su explosiva declaración afirmando que varios estudios científicos respaldan su concepto médico.

Doña Delcy no aclara que tipo de cáncer produce la Ayuda Humanitaria, ni que tipo de estudios respaldan sus peregrinas afirmaciones, ni en cuánto tiempo después de ingerir los alimentos que tan desesperadamente exigen, los venezolanos van a empezar a sufrir los efectos de tan devastadora enfermedad. Es decir, en que periodo de tiempo estarán invadidos de cáncer.

Ante las temerarias, por no hablar de estrambóticas declaraciones de doña Delcy, el observador desprevenido no sabe si reír o llorar: reír porque son tan patentemente absurdas las acusaciones de esta vieja imbécil; o llorar porque es francamente depresivo pensar que nuestros hermanos venezolanos tienen como vice – presidente una genuina y autentica burra.

Al darse cuenta que cuando uno encuentra una ignorancia tan enorme y una estupidez tan pura y cristalina, uno se pregunta ¿si vale la pena contestarle a doña Delcy? Posiblemente es mejor no manchar la estupidez e ignorancia de doña Delcy con gotas de conocimiento y sentido común.

Doña Delcy va a pasar la historia de la civilización occidental como una de las mayores cretinas que han recorrido este Valle de Lágrimas, solo comparable a un imbécil y asesino como fue el emperador Nerón. Su torpeza, su mala fe, sus oscuras intenciones, y su deseo que los venezolanos se mueran de hambre antes que les llegue Ayuda Humanitaria, marcan un nuevo hito en los anales de los desatinos los humanos. Doña Delcy: usted no necesita terminar en el infierno: usted es el mismo infierno!