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Enfrentamientos entre Guardia Nacional Bolivariana y manifestantes que intentan pasar la frontera en Ureña

En la mañana de este sábado se han registrado fuertes enfrentamientos entre un numeroso grupo de personas que intentan pasar la frontera colombo-venezolana en el municipio fronterizo de Ureña en el estado de Táchira, donde la Guardia Nacional Bolivariana ha tratado de despejar con gases lacrimógenos a los protestantes.

Primeras versiones indican que se trata de unas 200 personas que buscaban cruzar la frontera, tras el cierre total ordenado por el régimen de Nicolás Maduro.

Los enfrentamientos, entre los civiles y los uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana inició cuando el grupo de migrantes forcejeó con los uniformados, quienes respondieron con gases lacrimógenos para dispersarlos.

Algunos d elos desesperados manifestantes respondieron con piedras, y otros quemaron neumáticos, luego de que los efectivos militares desplegaron un vehículo con barricadas para impedir el paso.

«¡Queremos trabajar!», gritaba la multitud frente a los efectivos de la Guardia Nacional con equipos antimotines que bloqueaba el puente Francisco de Paula Santander.

El gobierno de Nicolás Maduro ordenó el viernes en la noche el «cierre total» de los cuatro puentes que comunican al estado Táchira con Norte de Santander.

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, justificó la medida en lo que definió como «amenazas» del gobierno de Colombia, que respalda el paso de ayuda gestionada por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.

Guaidó fijó para este sábado el día para que la asistencia de alimentos y medicinas cruce «sí o sí» pese a la negativa de Maduro, que la considera una «excusa» para una invasión militar liderada por Estados Unidos.

Vecinos de Ureña pedían a los militares autorización para atravesar el paso peatonal, como hacen cotidianamente.

Unos 40.000 venezolanos cruzan a diario las fronteras del estado del Táchira, según autoridades migratorias. La mayoría regresa a su país tras trabajar o comprar medicinas o productos escasos en su país.

Venezuela vive una grave crisis económica, con un sueldo mínimo que apenas equivale a unos 6 dólares, que ha forzado la emigración de unos 2,7 millones de personas desde 2015, según la ONU.