Opinión

LOS INTOCABLES

Por: Diego Calle Pérez.
CORTO Y PUNTUAL
Cuál es el discurso que debemos pensar, cuando queremos analizar la situación base que se plantea en las objeciones a la JEP? Los intocables suman un comportamiento desviado con relación al proceso jurídico penal internacional. Los intocables no buscan establecer la homogeneidad del colombiano promedio en estrato y medio letrado según los índices de alfabetización nacional. Para los intocables el pueblo se debe seguir tramando con cuentos y presupuestos no acordes al Plan de desarrollo fiscal.

Podemos considerar al menos 3 vías diferentes, haciendo referencia al punto de vista, al método y al objeto, variando el sentido de la unidad nacional al estilo de la Alemania nazi del inolvidable Hitler, sin muchas veces saber la vía elegida por los intocables.

En cuanto al “Punto de vista”, podemos tener uno repetitivo y que gusta desde el sentido del término “masacre” y que divide el país, no solo en regiones, sino entre buenos y malos. Si lo analizamos desde la ciencia del derecho, o desde la parte militar de hostigar y acechar a los otros que no concuerdan con las ideologías equivocadas, diferenciando a los países que apoyan el acuerdo, y ni que argumentarles a los intocables, la óptica de la filosofía jurídica que planteaba el maestro Carlos Gaviria Díaz.

En lo que respecta al método, podemos afirmar que las elecciones regionales serán definitivas para implementar los criterios de los intocables frente a los temas básicos de infraestructura, salud y educación.

Por último, el objeto, es lo que los intocables cuidan de los periodistas que los desubica y que muchos ciudadanos siguen de cerca en su ideología nacionalista. En un país donde prima lo local, que lo regional y lo nacional. Contradicciones de los intocables por perdurar en un poder que se le sale de las manos por la misma fragmentación de sus cuadros representados en senadores y representantes a la Cámara, discutiendo entre ellos por consolidar el poder local y regional para agrupar lo nacional, buscando medir fuerzas con los que avalan los partidos tradicionales que tampoco quieren perder ante los intocables que tienen la chequera y el poder en las elecciones regionales.