Opinión

No todo lo legal es ético, Antánas

por Mauricio Botero Caicedo
No puedo ocultar que en algún momento albergaba enorme simpatía por el profesor Mockus. Su estilo desperpajado, su candidez, su relativa ingenuidad, sus modales y su imagen de impoluto eran una bocanada de aire fresco ante la vileza de la clase política que manejaba a su antojo la capital.

Con el tiempo, Mockus me fue decepcionando. Con alianzas políticas poco sacras que hizo con personajes tan funestos como Gustavo Petro, Mockus sacó a relucir su talante populista, y dejo en evidencia que era un político del montón. Antanas, como lo había creído, realmente no estaba hecho de madera incorruptible.

Fueron dos los acontecimientos que terminaron de minar la confianza que le había depositado a este estrambótico y singular personaje: el primero es la estúpida e infantil bajada en la inauguración del Congreso. Mostrar las posaderas (por segunda vez) ante el mundo entero, simplemente porque nadie le estaba parando bolas, es un acto que refleja la total inmadurez de Antanas, que quedo ante el mundo entero como un aprendiz de payaso.

Pero lo que terminó de derrumbar la imagen que tenía del lituano colombiano es la falta de ética. Mockus sabía perfectamente que como contratista del Estado, como receptor de la mermelada ‘santista’, no podía presentarse como candidato al senado. Y de todas formas se presentó. Lo que rebasa los límites de la tolerancia es que Antanas, en una acto algo cobarde e ingenuo, trate de minimizar y aun desaparecer el haber violado la ley, escudándose en la pueril excusa que él no había firmado los contratos en que le repartían mermelada a destajo.

No, don Antanas: su excusa es cándida, porque usted sabe perfectamente que la Fundación que recibió estos dineros la seguía manejando usted. Él que haya puesto usted a un subalterno a firmar no lo exime de sus responsabilidad ética ni, de acuerdo con el Consejo de Estado, legal. Muy por el contrario, su zoquete excusa lo hace aparecer exactamente igual a aquellos que supuestamente usted combatió durante tanto tiempo: un corrupto.

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El comentarista Mario Peláez Soto hace un excelente análisis de por qué, más que nunca, debemos apoyar al presidente Duque: “La estrategia de echar plomo ya ha cambiado, antes conocíamos bien a estos bandidos en el monte, ahora gracias a este nefasto acuerdo están Legitimados, la guerra contra ellos es dentro de la Institucionalidad con el rigor de la Legalidad. Este País que recibio el Presidente Duque es mucho más peligros que el que encontró el Presidente Uribe en el 2002. Los mayores Narcoterroristas son Congresistas y están Legitimados; con un profundo y monstruoso poder, sumándole su brazo armado alimentado por el Narcotráfico. Es decir, esta batalla se gana con la Pluma, para que no seguir premiando la Impunidad que actualmente vivimos. Las FFMM están cumpliendo su deber, esta reacción del CRIC fue precisamente por que el Gobierno está dándole un golpe contundente al Narcoterrorismo; cuatro mil laboratorios destruidos y cien mil hectáreas erradicadas de coca, hicieron que las FARC mandaran a el CRIC a bloquear las vías, y querer desestabilizar al Gobierno, en una clara estrategia Política de esa izquierda radical de Petro y las FARC. Ahora a seguir apoyando al Presidente Duque como lo hizo la gente de bien, trabajadora, y pujante de Popayan, que a pesar de todas las dificultades y millonarias perdidas económicas, nunca desistieron y salieron a enfrentar con un valor civil admirable a una Minga arrogante, donde se devolvieron a sus Cabildos sin más tierras, sin los 4.5 billones que exigían, y unas FARC con Petro sumergidos ante la impotencia de quedar con la Demanda hecha ante la CPI.”