Bogotá

No se está incumpliendo fallo en el Humedal Juan Amarillo

Foto Concejal Lucía Bastidas
El uso político del discurso ambiental y de las decisiones judiciales no podrá ser superado por la verdad y la responsabilidad, como lo demuestra el caso de las obras que la Empresa de Acueducto adelanta en el humedal Juan Amarillo.

Es bueno que los bogotanos sepan que el Juez Cuarto Administrativo de Bogotá abrió un incidente de desacato, pero eso no significa que se haya probado que se incumplió la orden que impartió en diciembre del año pasado cuando suspendió el decreto 565, que regula el tema de los humedales.

Recordemos que en diciembre, en medio del estudio de una demanda de nulidad, el juez le ordenó al Distrito que dejara sin efecto el decreto 565, y que la administración, en efecto, cumplió con esa decisión.

Ahora, los amigos de manipular los asuntos judiciales y adecuarlos a su discurso, le piden al juez que abra un incidente de desacato argumentando que la Alcaldía está incumpliendo esa medida al desarrollar trabajos en el humedal Juan Amarillo, en el proceso de construcción de un parque. El juez abrió el incidente y ahora lo que sigue es que la Alcaldía entregue sus argumentos.

Lo primero que hay que aclarar es que las obras en el Juan Amarillo se están realizando con base en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que es una norma de carácter superior a cualquier otro decreto. Esas obras están a cargo del Acueducto que ha explicado que no se ha amparado en el decreto suspendido para realizarlas.

En un manejo politiquero se quiere hacer creer y generar el ambiente de que la alcaldía no obedece los fallos, cuando eso es falso.

Y no podemos olvidar que en la decisión judicial de diciembre, cuando ordenó suspender el decreto, el mismo juez dijo que la demanda de nulidad que estaba estudiando no era la instancia para ordenar que se suspendieran obras, como pretendían los demandantes. El despacho dijo que esa solicitud desborda el estudio de una nulidad y que por lo tanto “no es posible emitir una medida cautelar sobre el particular”.

Ya el mismo juez lo dijo, él no puede ordenar la suspensión de las obras en el Juan Amarillo.

¿Por qué los solicitantes insisten en eso, cuando ya el juez les dijo que la demanda de nulidad del decreto 565 es para estudiar si la norma es o no legal y ajustada al ordenamiento? Evidentemente por intereses políticos y mezquinos, porque lo que se quiere es entrabar el desarrollo de las obras y bloquear los avances de la administración.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá adelanta la adecuación de un sendero ecológico de 12,5 kilómetros para peatones y bicicletas en el Humedal Juan Amarillo, borde norte y borde sur, ubicado entre las localidades de Suba y Engativá.

Esta intervención se realiza como un esfuerzo para delimitar las áreas protegidas y las Zonas de Manejo y Preservación Ambiental- ZMPA, evitando de esta manera el crecimiento ilegal de la ciudad sobre éstas y a su vez convirtiéndolo en un lugar donde la ciudadanía pueda interactuar con la naturaleza.

La intervención que se está haciendo se ampara por en el artículo 96 del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, norma regidora en estos temas, y el Plan de Manejo Ambiental- Resolución 3887 de 2010.

Hoy los habitantes del barrio Lisboa en la localidad de Suba atraviesan el Humedal Juan Amarillo mediante caminos ilegales, con lo cual no solo dañan el ecosistema, si no que arriesgan sus vidas para llegar hasta el barrio el Cortijo en la localidad de Engativá.

Contrario a lo que dicen los opositores, con este sendero se estará protegiendo el ecosistema y evitando su desaparición, generando procesos de apropiación y control ciudadano que impida que se conviertan en botaderos de basura como ocurría hace algunos años.

Ya es hora de dejar la manipulación de los ciudadanos con mentiras, y dejar que la justicia obre según su leal saber y entender y que la administración haga lo que le corresponde que es hacer obras para el bien de la comunidad.

Lucía Bastidas
Concejal